De danza, tres historias, dos ensayos y una curiosidad, del filólogo, profesor, crítico e investigador jaruqueño, Rey Alfonso, es el título del libro publicado por Ediciones Montecallado para beneplácito de los amantes de esa disciplina artística en el archipiélago cubano y fuera de las fronteras geográficas insulares.
Ese texto, dado a la estampa por uno de los más importantes estudiosos de la danza teatral y de su historia en la mayor isla de las Antillas, deviene el resultado de una «mágica casualidad» (¿o causalidad?) y exhaustiva labor documental.
Con apoyo en una introducción, caracterizada —básicamente— por la sinceridad, dicho volumen trata de descubrir todas las verdades que pueda haber ocultas en tres historias que narran las aventuras y desventuras protagonizadas por las excelsas bailarinas Loie Fuller (1862-1928), Isadora Duncan (1877-1927) y Carmen Tórtola Valencia (1882-1955), en la carpenteriana Ciudad de las Columnas.
Esas tres representantes del arte danzario universal, aunque muy diferentes entre sí, sobre todo en las concepciones estético-artísticas que sustentaran, en los estilos que cultivaran, así como en los rasgos personográficos que las distinguían, se convirtieron —por derecho propio— en punto focal o eje central en el contexto del denominado Modern Style.
En el ensayo Poética de la danza en Alejo Carpentier, el intelectual mayabequense disecciona —con afilado bisturí— el agudo pensamiento crítico del también escritor, periodista y musicólogo, Premio Cervantes de Literatura 1978, con respecto al arte de las puntas, mientras que en Tarde en la siesta: un clásico de la coreografía cubana, opina que no solo es uno de los más enjundiosos análisis críticos contemporáneos sobre coreografía, sino también un texto de indiscutible valor docente-educativo para las escuelas de danza de nuestro país.
Por otro lado, en Y una curiosidad. Colón en la Isla de Cuba, el profesor Rey Alfonso desapolilla un libreto de ballet que tiene como tema principal la conquista de Nuestra América; puesta en escena estrenada, en 1832, en el Teatro Scala de Milán. Ese podría ser, según estima el autor, «uno de los primeros documentos de su tipo dedicados a Cuba».
De danza, tres historias, dos ensayos y una curiosidad es —sin duda— una gema de la historiografía danzaria, tanto caribeña, como universal, que debe ser de obligada lectura, no solo para los bailarines, investigadores, profesores y estudiantes, sino también para los que aman el «arte de las puntas» con todas las fuerzas de su ser espiritual.
Visitas: 163
Deja un comentario