Miguel de Cervantes y Saavedra nació el 29 de septiembre de 1547 y fue soldado, poeta, novelista, dramaturgo, cuya obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha es el texto cumbre del idioma español.
¿Es esta una novela de humor, satírica, fantástica, realista, política, filosófica? Es todo. Así también era Cervantes, que más que vivir sobrevivió a los desmanes de su época.
De su figura hay estatuas por casi todo el mundo, y también de personajes de sus textos.
Cuba no ha podido resistirse a poseerlo. Pocos años después de finalizada la ocupación española se le alza una estatua ubicada en el parque que lleva su nombre, en la plaza San Juan de Dios y Empedrado, Habana Vieja y fue la primera en Latinoamérica. Se trata de una obra del escultor italiano Carlo Nicoli y fue inaugurada un 1ro de noviembre de 1908, gracias a la propuesta del periodista Aureliano Ramos.
Casi 110 años después de este primer tributo, La Habana se enorgullece con una nueva estatua de Cervantes. Se encuentra en la Plazuela de Santo Domingo, justo a la entrada del Aula Magna del Colegio San Gerónimo, también en la Habana Vieja, en la misma edificación que sirve de sede a la Academia Cubana de la Lengua. Fue develada el 6 de septiembre de 2017 por Eusebio Leal Spengler, el desaparecido Historiador de la Ciudad, a quien acompañaron diversas personalidades relacionadas con las letras y las relaciones diplomáticas entre España y Cuba. La imagen fue realizada por el escultor cubano José Villa Soberón y muestra al escritor de pie, ligeramente apoyado en la pierna derecha, mientras sostiene un texto en sus manos. De la cintura cuelga una espada, en marcado guiño a su vida de soldado.
También se encuentran sus más famosos personajes. Muy cerca de ahí, en el bulevar de la calle Obispo, hallamos «El Sancho de La Habana», una escultura que desde 1989 transitó por varios entornos hasta llegar al emplazamiento actual. El escudero-gobernador que saluda a la gente sobre su asno Rucio, es obra de Leo D’Lázaro.
«El Quijote de América» se llama la obra que está situada en el parque de las calles 23 y J, y en ella se presenta despojado de su armamento medieval, sobre Rocinante, en el céntrico Vedado, con una espada en alto en vez de la adarga, todo de alambrón y varillas de acero. Es fruto del artista cubano Sergio Martínez y se encuentra allí desde 1980.
Hay un dicho popular armado con estas figuras que incentiva a que seas emprendedor y ambicioso en el proyecto que quieras empezar: «Aspira a ser Don Quijote para que te salga Sancho, porque si aspiras a ser Sancho puedes correr el riesgo de que te salga Rocinante».
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