Pienso en Ana Frank, en el Martí de Abdala. Es tan joven que su rostro no muestra ni una hirsuta huella del paso del tiempo, pero el talento no tiene edad y él lo demuestra. La madre es escritora y actriz, el padre músico y otros familiares son artistas, ¿cómo no correría por sus venas la sangre culta? Ray Nelson Pons Díaz tiene 14 años y ya publicó su primer libro: Balada de tus ojos.
La editorial Primigenios, de Estados Unidos, le abrió las puertas a su luz creativa, a poco más de un año de incursión en el universo literario. Como esto no es algo que se vea con mucha frecuencia, 26 Digital quiso acercarse para conocer más acerca de esta novel promesa. Y empieza el diálogo…
«Cuando comencé a escribir lo primero que hice fueron poemas cortos. Tony Borrego (ya fallecido), Argel Fernández, Ana Rosa Díaz Naranjo (mi mamá) y Rafael Vilches (mi querido padrastro) estuvieron entre las personas que avivaron el fuego de la inspiración.
»Al enterarme de que esa editorial había aceptado el poemario me puse muy feliz, imagínate [me imagino]. En general posee más de 80 poemas, todos en verso libre, que tratan sobre el amor, el desamor y otras cosas de mi imaginación», apunta el adolescente.
Al preguntarle si una musa real inspiró el cuaderno me dijo sin titubear: «Se llama Evelin, era mi novia». El verbo en pasado me conmueve, pero no impide seguir con el curso de la conversación. Él se da cuenta y me dice: «Nos llevamos bien, puedes poner su nombre». [Determinación, una palabra clave para alcanzar los sueños].
«Desde pequeño veo a mi mamá trabajando mucho, lo mismo en la literatura que con los títeres. Todo eso ha influido en mi amor por el mundo de la cultura. Poco a poco me fui insertando en peñas de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la Unión de Escritores y Aristas de Cuba (Uneac), pero más bien como trovador. Creo que los artistas jóvenes tenemos oportunidades para desarrollar nuestro talento, solo hay que saberlas aprovechar. Debemos superarnos y lo mejor es que tenemos tiempo para cambiar y ser más originales».
Ray, además de poeta, escribe narrativa y actualmente trabaja en dos novelas. Una se llama «En busca del anillo Marubiano», de ciencia ficción y la otra, aunque aún no tiene título, es biográfica y abraza el romance.
Este adolescente adereza su tiempo libre con la guitarra o algún libro entre manos. Además de tocar ese instrumento, canta y compone canciones, algunas de las cuales ya ha compartido con el público, con muy buena aceptación.
«En la música empecé hace cuatro calendarios. Freddy Laffita, Axel Milanés y Enrique Téllez guiaron mis primeros pasos. Siempre trato de estar cerca de las actividades afines a ese universo. De ahí nacieron Fuga y Quimera, mis dos primeros temas, que aprecio mucho».
Volviendo a la literatura, prefiere el verso libre porque «(…) me permite expresar libremente pensamientos y emociones. Solo una vez le realicé una décima a mi mascota, la perra Frida. Agradezco a mis tutores por la entrega que han desbordado en mi superación. Aspiro a ser un creador reconocido, conocer otros lugares y vivir a plenitud, porque la vida es corta para desperdiciarla».
Mientras Ray espera ansioso el resultado para saber si aprobó la escuela profesional de arte Manuel Muñoz Cedeño, de Granma (pues el teatro es otra de sus aficiones), se entrega a la literatura y la música, esos caminos que enaltecen la tradición de una familia que no deja de sorprendernos. Y para terminar la entrevista regala un poema de su primer libro. Se trata de «Stop» y dice así:
Desde que el viento es pluma
y la marea es fuego
estás en mis recuerdos,
el triángulo de tus ojos se adapta
a la longitud del tiempo,
las horas,
y las horas no tienen tumba,
no tienen camposanto,
no tienen fin.
Contigo solo el principio sin comienzo.
Tus recuerdos son míos,
tus palabras son mías,
tus ojos son míos,
tus labios son míos
y tu cuerpo es de mis ojos,
de mis ojos y para mis ojos.
El viento es una cantinela
que funde mis palabras en tu rostro,
y en el recuerdo, somos carne y huesos.
Tomado de Periódico 26
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