Auspiciada por el Instituto Cubano del Libro y acogida por el Centro Dulce María Loynaz, en la sala Federico García Lorca, se efectuó la actividad Aire de luz que conduce la poeta Basilia Papastamatíu. Este encuentro, detenido un largo período por la Covid 19, se reinicia con dos poetas de lujo: Nancy Morejón y Alex Pausides.
Pertenecientes a la generación del 60 y el 70 del pasado siglo, vienen a dar fe del objetivo que persigue dicha actividad: promover a escritores de todas las generaciones, que expongan una estética relevante; además de propiciar un diálogo directo entre lectores y autores.
Entre el público estuvieron Alberto Marrero, presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, y los poetas Caridad Atencio, Víctor Fowler, Waldo Leyva y Sinecio Verdecia, director de la Casa de la Poesía.
La Papastamatíu dijo de Alex Pausides antes de empezar su lectura:
El director de la Editorial Colección Sur y que ostenta la medalla Vladimir Maiakovski de Rusia escogió poemas inéditos y ya publicados, que trazaron un viaje por su obra literaria. Los primeros fueron textos breves, de rupturas estilísticas, que él catalogó como «de muchos ruidos». Fueron: «Palabras sin nadie», «Oxigeno», «Texto», «Sin tregua», «Fundaciones», «Autónomo recinto», «Intentamos hacer reparaciones menores al pasado», «Intemperie» y «Los ojos en el asolado paisaje».
«En una ocasión en la que tuve el gusto de referirme a Nancy Morejón —dijo Basilia— expresé que leer su poesía nos confirma que para ella el escribir, más que un placer íntimo, es un gesto vital, una profunda necesidad de comunicar y compartir […] esas inesperadas iluminaciones […] otros hablan sobre todo de su particular interés sobre el tema de la mujer y de la identidad racial […] pero sea lo que fuere lo que la motive a escribir, Nancy nunca olvida que la razón de ser de la poesía es producir una emoción estética, por eso el lenguaje de todos sus textos está cuidadosamente elaborado, fluye muy armoniosamente, con impecable expresividad».
La voz parsimoniosa de la miembro de la Academia Cubana de la Lengua dijo poemas inéditos y publicados, que también dieron un recorrido por su poesía. Estuvieron allí textos contra la guerra, sobre la raza, de recuerdo a la memoria de su madre: «Mirar adentro», «Premonición», «El café», «Círculos de oro», «Qana», «Prosa para César Vallejo» y «La muerte antigua de César Vallejo».
Para su segunda ronda de lectura Pausides eligió: «Cantazón», «Uvas», «Yo, Fausto», «La extensión de la inocencia», «Isla», «Epístola a Nicolás Guillén» y «La caza del hombre». Por su parte, Nancy Morejón prefirió: «Mississippi», «Parábola», «Danza del viento», «Entre los sauces», «El tren pasó», «Paulina Pedroso», «Poema ciego, sin boca» y «Hernández».
El público debatió con los escritores sobre el arte de escribir y el de leer poesía.
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