¿El abuso al lector será cierto? Esa fue la pregunta tratada por el público, lanzada por el poeta Ismael González Castañer desde su estrado en Aire de Luz, actividad que dirige Basilia Papastamatíu, los últimos jueves de cada mes y donde el público va a interactuar con los autores, en esta ocasión con Edwin Reyes Zamora y Ernesto García Alfonso.
Auspiciado por el Instituto Cubano del Libro y acogido por el Centro Dulce María Loynaz en su sala Federico García Lorca, se reunieron a las 3:00 de la tarde poetas de gran debate como son los miembros del grupo Palenque, en día tan significativo como es la conmemoración por la Cultura Nacional, 20 de octubre.
Para escuchar a estos dos poetas de una escritura no convencional y, como dijera Basilia, que han logrado tener una voz única, hay que estar preparados con disímiles lecturas, pero que ellos asumen ese riesgo.
El ganador del premio Pinos Nuevos, Ernesto García, decidió empezar primero la lectura. Para eso escogió de su proyecto de libros «Triángulos fuera de triángulos, tras el infinito», el poema con su mismo nombre, otros sin títulos y de «Libro ilustrado de insectos», «Punching Bag» (saco de Boxeo) dedicado a Ángel Escobar, «Demostración gráfica de la cultura de la tierra», «Iniciativa para romper el bloque de hielo», «Dinámica de reacción a temperatura ultrafrías».
De él dijo la Papastamatíu
[…] alcanza a tener una fuerza expresiva y un poder de comunicación sorprendente. […] a pesar de que utiliza un lenguaje aparentemente no claro ni con un encadenamiento racional y semántico en el sentido convencional. Quizás porque fue escrito a partir de una evidente motivación filosófica que parece oscilar entre el agnosticismo y el existencialismo, el lenguaje abstracto se ve atravesado y hasta inundado por el de las pasiones humanas, las del cuerpo y las del alma. Porque el autor necesita exponer todos los desgarramientos del ser, sus dudas e interrogaciones permanentes y sin respuestas, el sinsentido de sentirse siempre desbordado o al borde de la nada.
Edwin Reyes, ganador del Premio en el Primer concurso de poesía experimental de la Embajada Española en Cuba, hizo un bosquejo por varios de sus proyectos de libros, como fueron: «Psicofonía» donde sus poemas no tienen títulos y están sustituidos por números romanos y arábicos; De «Caballos de fuerza», dedicado en parte al poeta Antonio Armenteros, escogió «Acheiropoieté» (rostro sagrado pintado por manos del hombre), «La pérdida del pan» y «Minué. Insuficiencia del camino».
Y dijo de Edwin Basilia Papastamatíu
[…] descubrir y leer su poesía fue para mí una sorpresa muy grata […] su escritura poseía las cualidades que yo siempre aspiro hallar en un texto, creatividad, búsqueda de un lenguaje propio, y deseo de explorar formas y renovar la significación de las palabras y de las cosas. […] en los textos de su libro inédito Psicofonía […] se despliegan excelentes imágenes de construcción y deconstrucción de espacios y seres, de materias orgánicas e inorgánicas, el cuerpo y la psiquis como parte de una realidad siempre en juego, siempre en desintegración o trasformación, fusión o desmembramiento entre ascender y precipitarse, vivir o morir.
En la segunda vuelta los poetas escogieron Ernesto García de su proyecto «Estructuras dobles» los poemas: «Desde el nacimiento», «Azul», «Sing», «Símbolo del argo», «Punta punto», «Posición de loto», «Catetos», «Mujeres desplumando ocas», «Carbono 13», «Sabio leyendo en un bosque de bambú», «Composición cósmica» y «Paperman». Mientras Edwin de su proyecto «Horizonte vertical», prefirió: «Pábilo», «Sino», «Garber», «Larva», «Hado», «Humo» e «Hijo de etanol».
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