
Las amistades peligrosas, del francés Pierre Choderlos de Laclos, ha sido asumida en ocasiones como una novela desconectada de las principales tensiones sociales y políticas de su tiempo, pero una lectura más atenta revela un retrato certero y demoledor de la decadencia de la aristocracia en la Francia del siglo XVIII. A través de intrigas cuidadosamente tejidas, la obra pone al desnudo una clase social atrapada en sus propios prejuicios, entregada al juego frívolo del poder, desprovista de empatía y cada vez más alejada de cualquier sentido de responsabilidad o ética.
Aunque algunos lectores la han calificado como una historia amoral, casi fría en su exposición de hechos y acciones, la novela es en realidad una provocación. Su aparente distancia emocional y su énfasis en las estrategias antes que en las emociones explícitas no la hacen insensible, sino exigente: demanda del lector un posicionamiento. A través del drama contenido en las cartas intercambiadas, la obra plantea preguntas incómodas sobre la manipulación, la vulnerabilidad, la dignidad y la culpa, sin ofrecer respuestas fáciles ni redenciones convencionales.
Uno de los mayores logros de Laclos es la caracterización de sus personajes. La marquesa de Merteuil, en particular, sobresale como una figura compleja: aunque éticamente cuestionable, puede interpretarse también como un símbolo temprano de la rebelión femenina en un mundo dominado por hombres. Su inteligencia, su capacidad para planear y ejecutar estrategias dentro de un orden social que la subordina, revelan un feminismo incipiente, expresado de forma torva, pero ineludible.
La novela se inscribe con solvencia en la tradición epistolar, y ha logrado sostener el interés de generaciones de lectores. Lejos de ser una simple acumulación de cartas, la estructura contribuye a la tensión narrativa y permite una mirada múltiple y fragmentaria que enriquece el retrato de los personajes. Esta forma también refuerza la ambigüedad moral de la obra, al no ofrecer una voz narrativa omnisciente que guíe la interpretación.
Las amistades peligrosas parece anticipar, sin énfasis ideológico ni discurso explícito, las sacudidas que vendrían con la Revolución Francesa. Al revelar los mecanismos de una élite corroída por el cinismo y la vanidad, la novela se convierte, sin proponérselo abiertamente, en un testimonio de época y en un aviso. Su vigencia reside en esa mirada lúcida, implacable y profundamente moderna que trasciende su contexto y continúa interpelando a los lectores de hoy.
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Tomado de CubaSí https://www.cubasi.cu/es/noticia/la-biblioteca-amistades-muy-peligrosas
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