Este libro trabajado actualmente por la editorial Ediciones Luminaria en formato ePub, nos presenta un título como un puño en la cara. ¿Cómo murió Martí? Un análisis desde la Ciencia Forense, nos llega desde Ercilio Andrés Vento Canosa nacido en Matanzas.
Crecemos inculcados en doctrinas martianas, en constante apoyo con el ideario del Apóstol. Es a él, en representación del busto, a quién entregamos la flor a la entrada de la escuela. Entonces ¿Cómo surge para el autor está interrogante y por qué el afán de las respuestas a nivel personal?
Salvo para los estudiosos de la obra y vida del Apóstol, Martí sigue siendo un gran desconocido. Se le tiene como personaje de indudable impronta, pero más icónico que real y las más veces descontextualizado. La obra poética se le reduce a los Versos Sencillos, «Los Zapaticos de Rosa» y La Edad de Oro, de lo que resulta ignorar pasajes de suma importancia en su breve existencia, sobre todo su muerte. Pareciera que este capítulo final es conclusivo también para su investigación.
Como especialista en Medicina Legal existe la posibilidad de un estudio técnico que un historiador, incluso profundamente instruido en la biografía martiana, no puede acometer por ser necesaria la materia médica como instrumento o herramienta de trabajo.
De todo ello resulta el interés profesional en la muerte, llena de especulaciones y falta de la indagación pericial de un especialista de las ciencias forenses. Es, además, una vía de estudio de escaso y puntual tratamiento en las biografías tradicionales. En ninguna se abunda en los elementos técnicos y dinámicos de los disparos, órganos interesados, vectores de las fuerzas conjugadas, causales reales de la muerte, preparación del cadáver en sus difíciles circunstancias y su estado de conservación, y, sobre todo una abundante ejemplificación gráfica.
Este es un libro complementario para una biografía, dirigido al gran público y no solo para el consumo de expertos, parte de la intención de investigar en la magnitud inabarcable de un hombre inmenso.
¿Puede describirnos a grandes rasgos en qué consistía la medicina forense de la época? Debemos destacar que el entrevistado es graduado en Dr. en Medicina, Especialista de 1ro y 2do en Medicina Legal, Dr.C en Ciencias Médicas, presidente de la Cátedra de Paleopatología de la Universidad Médica de Matanzas, Académico Correspondiente de la Academia de Historia de Cuba. Historiador de la Ciudad de Matanzas. Por lo que solo la realización de sus estudios contribuye al resultado.
La Medicina Legal de la época seguía los criterios más avanzados de los clásicos de su tiempo, Francia, España, Italia y Alemania, entre otras. Hay que reconocer un trabajo excelente por parte del Dr. Valencia. Intentar estudiar y conservar un cadáver en estado de descomposición avanzada (96 horas) es un reto, sobre todo cuando no había refrigeración. Su técnica fue novedosa y eficaz.
¿Cuántos años le tomó este trabajo investigativo, que de por sí conlleva un rigor, sumemos que la connotación de la figura histórica lo amerita más?
El libro es el resultado de una investigación que buscó indagar desde la Medicina Legal, los detalles de la muerte en combate del Apóstol. Y es un libro que escribe un especialista en el tema médico, además de lo histórico. Llevo unos tres años de trabajo. Era necesario estudiar las versiones y despejar tanto incógnitas como fabulas e hipótesis sin sustento. El libro que publica Luminaria aclara estos aspectos, sobre todo que no es parte de un presunto homicidio tramado desde las filas mambisas, infamia a veces repetida. Tampoco un suicidio ni una inmolación para quien dejó dicho en su carta a Mercado que aún tendría que hacer. Se hizo, por ello un estudio técnico detallado con ilustraciones, no tanto para los especialistas como para el lector. No hay precedente de una investigación que indague a este nivel.
El trabajo documental es prioritario y en ocasiones una información te lleva a un punto de regreso. En ocasiones son las mismas instituciones de archivos documentales los que requieren una serie de pasos que imposibilitan el avance propio del resultado. ¿Puede aclarar al público lector de qué se trata? ¿Cómo transcurrió para llegar a este próximo libro?
Debo decir que en mi proyecto de investigación para un libro puedo diferir quizás del método más tradicional para la búsqueda de información.
Lo primero es que busco, cuál es el objeto a investigar, qué problema investigativo me presenta y sobre cuáles aspectos debo ir para dirigir la tarea investigativa. Lo otro es crear un marco de referencia: qué se ha dicho, quién y cuándo, es decir, qué base documental es mi punto de partida. Así organizo una división capitular según lo requiera el desarrollo del tema y busco un equilibrio, de manera que haya una relación conceptual que me permita llegar a un resumen conclusivo.
Escribo según vayan apareciendo los datos en los libros o documentos y según donde estén, en caso de que no estén a mí acceso inmediato. Ocurre que mi biblioteca personal tiene más de 6 000 ejemplares y el grueso de la información está a mi alcance sin salir de mi casa, excepto en los archivos. En mi caso, en Matanzas, no necesito cartas para el acceso a los fondos, en mi condición de Historiador de la Ciudad, por otra parte no tengo un superior al que deba pedir un documento de acceso. También, tengo un equipo de trabajo que puede buscar por mí, además de la relación con colegas fuera del país que acceden a fondos y bibliotecas de otros países. No necesito traducciones, puedo leer libros, artículos y documentos en francés, portugués, italiano, alemán, ruso, inglés, esperanto, y varios dialéctos. Leo bien catalán. También, si fuera el raro caso, en latín, hebreo clásico, griego antiguo y copto. Las lenguas me permiten abreviar tiempo.
Para el libro sobre la muerte de Martí había tres líneas: lo que se ha escrito sobre ella. Buscar entonces los textos y autores y compilar lo que dicen para la cita bibliográfica; los aspectos médicos, que necesité buscar porque es mi profesión médica, y los cálculos de la física de los disparos y el movimiento, con la asesoría de físicos.
Utilizo internet cuando es necesario. Si hay un autor extranjero lo contacto directamente y le solicito su opinión, texto o artículo que me llega por los correos electrónicos o por correspondencia ordinaria a mi apartado postal; en otros casos me lo traen amigos.
Escribo diario con orden y método, siempre a mano, con pluma de fuente Parker 61 y tinta negra en agendas. Nunca con lápiz o bolígrafo. Hecho esto, transcribo en la PC. Releo el texto y lo limpio, corrijo tiempos verbales, sintetizo, elimino frases innecesarias, quito posibles gerundios, hipérbaton y adverbios. Busco la menor cantidad de adjetivos.
Importante: no hago fichas. Todo en una agenda donde todo está referenciado. Si es necesario doy el texto a leer a una editora que es parte de mi personal y jefa del equipo ePub de la editorial provincial, pero prefiero y me ajusto al editor de mi libro en la editorial que lo publica… y nunca discuto sus opiniones.
Existe polémica entre autores del formato sea impreso o digital ¿Cuál es su postura al respecto?
El formato impreso permite el placer del autor de entregar un ejemplar firmado, además de lo que significa el poder tocar el producto final de un esfuerzo. El volumen digital, aceptada que fuera su novedad y modernidad, está dirigido a quienes tienen los medios técnicos para leerlo. Solo espero que el libro en papel no desaparezca. No obstante la modernidad se impone y es preciso entenderlo.
¿Por qué publicar por Ediciones Luminaria?
Considero una publicación mía, por Luminaria como un prestigio para el texto. La edición siguió un proceso muy cuidadoso y muy profesional que habla de un compromiso, tanto para el autor como para el lector. El resultado es un producto editorial de una factura de excelencia. He tenido editores en otros países y puedo afirmar la alta profesionalidad de Luminaria.
¿Quedó conforme con la composición de elementos en la cubierta del libro?
La portada resume tres, dos elementos arquitectónicos, el monumento en su conjunto y el pórtico de Santa Ifigenia donde el Apóstol reposa para el tributo de todos los cubanos. Lo otro es el monumento estatuario sedente en actitud meditativa, distinto en posición y expresión a otras esculturas donde se le presenta en actitud activa, incluso predicativa o retadora. Este Martí con la mano izquierda sobre la pierna está preparado para levantarse… como lo hizo, ya eterno, para todos los tiempos. La portada, desde luego, que contó desde un inicio con mí aprobación, cumple el propósito estético fundamental, además de un título sugerente y atractivo para el lector.
Adnara Keltisk
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