Ángel Augier, quien en 1991 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, fue una de las grandes figuras de la literatura cubana. El poema «Al patio del Palacio Municipal» puede apreciarse hoy en una tarja de bronce adosada a la pared derecha de los portales interiores del inmueble. ¿Que cómo llegó allí este poema?
Resulta que un periódico propuso sacar a la luz esa poesía oculta dedicada a los patios de la Habana Vieja. Por eso, el entonces historiador de la ciudad Emilio Roig de Leuchsenring convocó a un certamen para premiar la mejor composición que homenajeara al antiguo Palacio de los Capitanes Generales (hoy Museo de la Ciudad). El premio era fundir la tarja en bronce del poema seleccionado. Y allí está, desde 1938, el soneto de Augier para inmortalizar su sensibilidad de poeta.
Al patio del Palacio Municipal
A la luz de tu sombra conmovida
deja de escuchar a tantas voces tuyas,
me quedaré desnudo de silencio
cuando me des tu intimidad desnuda.
Los recuerdos que corren por tu sangre
Te han dejado fragante de ternura,
Fuerte eternidad estremecida
Y el color secular que te circunda.
La nostalgia se sube a tus arcadas.
Para soñar el sol su ansia madura;
Mientras las ramas verdes te acarician
En el temblor henchido por la lluvia.
Para las sombras de tus corredores
Son mis palabras como sombras mudas
Que quieren saturarse de tus ecos
Y saturan tu paz de albas futuras.
* * *
Poema de Ángel Augier tomado de: La poética Habana, cien poemas, Colección Sur Editores, La Habana, 2018.
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