La poeta y narradora austríaca Annemarie Moser cumple 82 años este 17 de agosto. Nacida en 1941 en Wiener Neustadt, ciudad donde actualmente reside, pasó su infancia y primera juventud bajo las difíciles circunstancias de la II Guerra Mundial y la posguerra. Aunque desde temprana edad se sintió atraída por la literatura, la necesidad de alcanzar independencia económica la hizo cursar estudios de contabilidad, y como contable trabajó durante algún tiempo. Años después completó su formación literaria, se integró a grupos de escritores en su ciudad natal y en Viena, adonde se trasladó posteriormente, y comenzó a publicar en revistas y periódicos. Desde 1979 se desempeña como escritora independiente.
Su obra ha merecido reconocimientos como el Premio de Literatura de la ciudad de Wiener Neustadt (1991), el Premio Literario Homenaje del estado de Baja Austria (1996) y el Premio Irene Harand (2019). Entre sus libros publicados están las novelas Türme (Torres, Styria Verlag, Graz 1981) y Die vergitterte Zuflucht (El refugio entre rejas, Styria Verlag, Graz 1982); los volúmenes de cuentos Die Peripherie des Glücks (La periferia de la felicidad,Verein Alltag Verlag, Wiener Neustadt 2009) y Keine Zeugen. Kurzgeschichten und Glossen (Sin testigos. Narraciones breves y glosas), Verein Alltag Verlag, Wiener Neustadt 2016), así como los poemarios Credo mit Zubehör (Credo con accesorios, Merbod, Wiener Neustadt 2000) y hörst du die nacht (oyes la noche, Literaturedition Niederösterreich, St. Pölten 2011), al que pertenecen los poemas que he traducido para compartirlos con nuestros lectores.
3
Mañana que llega como hierba de este lado a este lado entre malva y ciruelo por el aire a través del lago mañana que se atrae niebla vapor que los poros del agua rocían aliento de la luz sobre el rostro del agua hasta que desde atrás la otra orilla aparece alcanzable lejos de la espiral de niebla inmóvil para dar un nombre a la palabra.
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solo el silencio vale aún y en el silencio tal vez esta única palabra: vida en torno ruidos y murallas asfalto y nubes de nieve desde el Sur nunca más comenzará algo nuevo en primavera desde los inviernos siguen creciendo las ciudades los suelos abandonados de Dios dan brotes verdes alucinados riegan los lanzaaguas solo el silencio interior concuerda aún con la primavera y amigos que aguardan exasperados pacientes igual que tú días más claros enervante con su débil calentar crece el sol en vuestros corazones
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oyes la noche en la noche oyes los relojes puertas de vecinos oyes tu corazón viajan los trenes a través de la noche en la noche a medianoche resuenan las campanas oyes la tempestad se junta la noche en la noche con los relojes viajan las campanas en la tempestad tu corazón dispone oídos de seda golpea la noche en la noche a las puertas de los vecinos a la puerta aparente de la noche en la noche en la noche en la noche
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Ver también: «Annemarie Moser, un premio y un nuevo libro».
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