El Sábado del Libro, actividad que auspicia el Instituto Cubano del Libro, abrió este nuevo año con un tema muy recurrente entre los historiadores cubanos: la relación Cuba—Estados Unidos. Esta vez con la visión más actualizada desde el 2014 hasta aproximadamente 2016.
Se reunieron, bajo los portales del castillo de los Capitanes Generales, su autor, José Ramón Cabañas Rodríguez y el director de la Editorial Nuevo Milenio, Michel Torres Corona, para presentar, este 8 de enero, al libro Anuncios del 17 de diciembre de 2014 en La Habana y Washington, D.C.
A pesar de que el autor es partícipe de los hechos que ocurrieron durante la administración de Barack Hussein Obama, este libro no es un testimonio en el sentido estricto. Desde su cargo, que abarcó desde 2012 hasta 2020, primero como Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington y segundo como embajador de Cuba en los Estados Unidos, Cabañas nos ofrece, con un lenguaje diáfano, entendible para un público medio, las diferentes aristas que conllevan estos hechos; y logra así un alto nivel de información y profundidad.
Este proyecto —aclaró José Ramón Cabañas— no fue hecho, primeramente, para publicar, sino para reflexionar o explicar estos sucesos históricos, únicos, algunos, en la historia de estas relaciones. El retroceso que conllevó al recrudecimiento de las mismas, la tensión durante el mandato de Donald Trump, brindó una alerta para revisar con detenimiento lo ocurrido.
La vecindad de dos pueblos que están solo a noventa millas queda plasmada en las trescientas y tantas páginas de este volumen, que recoge los intereses del Consejo de Iglesias y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, las disposiciones de los cubanos americanos, del gobierno de Cuba y el de Obama, el reconocimiento, por vez primera, de que el bloqueo era un fracaso en su intento por cambiar la política interna de Cuba.
También se recoge la liberación de los cinco héroes, el impacto que tiene entre las dos naciones la religión, la medicina, la pesca, la ecología, la meteorología, la emigración; donde cada decisión, tomada por cualquiera de las partes, repercute en la otra, por tanto se debe llevar con respeto.
El libro es para provocar debate —dijo su autor— porque no es la verdad absoluta, es la visión de alguien; y esta polémica pudiera generar otro libro. El escritor exhortó a cumplir la deuda que se tiene con la carencia de textos sobre política exterior cubana porque es la herencia para que las generaciones venideras conozcan algunas verdades sobre las complejas relaciones entre ambos países.
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