
Sobre el autor
Jean Nicolas Arthur Rimbaud (Charleville, 20 de octubre de 1854 – Marsella, 10 de noviembre de 1891) conocido como Arthur Rimbaud, fue un poeta francés considerado uno de los máximos representantes del simbolismo. A pesar de su efímera carrera literaria —escribió su último libro a los veinte años―, la importancia de su obra es equiparable a la de los otros grandes nombres de esta corriente: Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine (poeta con quien mantuvo una atormentada relación a raíz de la que escribe Una temporada en el infierno).
Durante su adolescencia tardía y su edad adulta temprana comenzó la mayor parte de su producción literaria, luego dejó de escribir por completo a la edad de 20 años, después de reunir una de sus principales obras, Iluminaciones.
Como homenaje en el aniversario del natalicio de Rimbaud, compartimos la traducción realizada por el poeta cubano Jesús David Curbelo al poema «El durmiente del valle», considerado uno de los mejores textos del francés, escrito en 1870 y publicado en la antología Cuaderno de Douai.
Fragmentos de su obra
El durmiente del valle [1]
Un agujero verde, donde canta un riachuelo prendiendo locamente entre la hierba andrajos de plata, en los que el sol, de la montaña fiera, destella: un vallecito que espuma con los rayos. Un soldadito joven, boca abierta, desnuda la cabeza, y la nuca entre berros azules, duerme; él está tendido en la hierba, en lo abierto, pálido en verde lecho donde llueve la luz. Los pies en los gladiolos, él duerme. Sonriente igual que un niño enfermo, tiene un sueño apacible. Naturaleza, mécelo con calor: tiene frío. Los perfumes no hacen tiritar su nariz; él duerme al sol, la mano sobre el pecho tranquilo. Tiene dos huecos rojos en el lado derecho.
[1] C’est un trou vert où chante une rivière Accrochant follement aux herbes des haillons D’argent ; où le soleil, de la montagne fière, Luit : c’est un petit val qui mousse de rayons. Un soldat jeune, bouche ouverte, tête nue, Et la nuque baignant dans les frais cresson bleu, Dort ; il est étendu dans l’herbe, sous la nue, Pâle dans son lit vert où la lumière pleut. Les pieds dans les glaïeuls, il dort. Souriant comme Sourirait un enfant malade, il fait un somme Nature, berce-le chaudement : il a froid. Les parfums ne font pas frissonner sa narine; Il dort dans le soleil, la main sur sa poitrine Tranquille. Il a deux trous rouges au côte droit.
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