
«Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Es asombrosa la brevedad del minicuento de Augusto Monterroso Bonilla (Tegucigalpa, 1921- Ciudad de México, 2003), escritor hondureño, nacionalizado guatemalteco conocido como Tito Monterroso. Considerado uno de los maestros de la minificción, entregó a los lectores esta oración hecha historia.
¿Quién es el dinosaurio? ¿Todavía? ¿Allí, dónde? El renglón es un auténtico misterio que mueve los resortes temporales y espaciales del personaje. A la vez, Monterroso juega con la progresión narrativa. Hay un complejo y fascinante hilo subterráneo en «El Dinosaurio» que inquieta a cualquier lector.
Aunque se le reconoce mundialmente por este minicuento —que fue el más breve de la literatura universal hasta la aparición de «El emigrante», de Luis Felipe Lomelí en 2005—, Monterroso, también escribió novelas (Lo demás es silencio, 1978); poesía (Las ilusiones perdidas. Antología personal, 1985); ensayos (Pájaros de Hispanoamérica, 2002) y cuentos (La oveja negra y demás fábulas, 1969; La palabra mágica, 1983 y Literatura y vida, 2003).
En sus narraciones se notan los rasgos que definen su estilo: una prosa concisa, breve, aparentemente sencilla, que, sin embargo, está llena de referencias cultas, así como un magistral manejo de la parodia, la caricatura y el humor negro.
En 1970, el escritor recibió el Premio Magda Donato y cinco años más tarde el Xavier Villaurrutia por su poemario Las ilusiones perdidas. Antología personal. Además, le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias en 1977 y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 2000. Al serle entregado este último, el jurado aseguró que:
(…) su obra narrativa y ensayística constituye todo un universo literario de extraordinaria riqueza ética y estética, del que cabría destacar un cervantino y melancólico sentido del humor (…) Su obra narrativa ha transformado el relato breve.
Monterroso fue exiliado a México en 1944, donde escribió y publicó buena parte de su obra literaria. Fue miembro correspondiente de la Academia Hondureña de la Lengua y como homenaje a su obra el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, en Cuba, convoca cada año al Concurso de Minicuentos El dinosaurio, aludiendo a su obra más reconocida.
Augusto Monterroso falleció de un paro cardíaco el 7 de febrero de 2003, en la Ciudad de México, a los 81 años de edad. Su legado artístico fue donado por su esposa Bárbara Jacobs, a la Universidad de Oviedo.
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