Nunca se sentía tan libre y feliz como cuando era llevada a la plaza. El pueblo vitoreaba y clamaba cuando ella, como siempre, les respondía. Se hacía limpiar hasta quedar reluciente, luego vendría la soga para elevarla. Ella podía fallar, pero no temía. La altura prometía una caída vertiginosa y mortal. Eso le gustaba, no […] Leer más