
Bettina von Arnim, nacida el 4 de abril de 1785 en Fráncfort del Meno, Alemania, y fallecida el 20 de enero de 1859 en Berlín, Prusia) fue una de las figuras más destacadas del Romanticismo alemán, memorable no solo por sus libros, sino también por la personalidad que estos reflejan.
Sus escritos más populares son apuntes corregidos de la correspondencia que mantuvo con Johann Wolfgang von Goethe, Karoline von Günderrode y su hermano Clemens Brentano, gran parte de los cuales son ficticios, pero redactados con un estilo desenvuelto y lúcido, de manera que forman en realidad novelas epistolares.
A los cincuenta años publicó su primer libro, Intercambio epistolar de Goethe con una niña (1835), iniciado en 1807, posteriormente reelaborado y ampliado con cartas inventadas por la autora. Esta relación se fraguó después del trágico suceso del suicidio de su amiga, la poetisa Caroline von Günderrode.
La actitud feminista de Bettina incluía una activa vida política que se expresó en dos libros dedicados al rey, Conversaciones con demonios (1852) y Este libro pertenece al rey (1843). Dedicada al monarca de Prusia, era una sátira social en forma de diálogo entre una mujer y la madre de Goethe y un cura y un alcalde, representantes de la Iglesia y del Estado. Veamos un fragmento:
¿Vive el Estado en sano matrimonio con el pueblo, le concede verdadera confianza, sinceridad, a base de exigirle exclusivamente espíritu de esclavo? ¿Es el estado un fiel padre para el pueblo, desarrolla sus fuerzas, respeta sus inclinaciones naturales, confirma su energía, le asegura su derecho a la libertad y se alegra de su fuerza, o más bien censura en él su desarrollo hacia lo libre, grande, divino?
El cura y el alcalde no pueden sino rendirse a estos razonamientos y no ven otra salida para recuperarse que el sueño y el alcohol, respectivamente.
Además dejó inédito el Libro de los pobres pues fue acusada de promover, con las investigaciones previas que realizó para este libro, una revuelta entre los tejedores de Silesia en 1844.
La vida de Bettina no solo giró en torno a la escritura y al activismo por los derechos de la mujer y búsqueda de la igualdad. Muchos historiadores han considerado a la escritura una auténtica musa del socialismo. Esto último debido a sus encuentros con Karl Marx, su correspondencia con el rey de Prusia y su defensa de los judíos y los tejedores de Silesia.
Von Arnim también fue una talentosa escultora y música. En la diversidad de sus talentos e intereses, exhibió la universalidad que se ha considerado el sello distintivo del espíritu Romántico alemán.
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