El pasado 12 de diciembre del 2022 cumplí 80 años. Es decir, he vivido mi vida intensamente, aunque por supuesto, con aciertos, errores, buenos y malos tiempos, pero no me quejo.
En relación con mi oficio de escritor cubano pretendo referirles, porque lo creo interesante para todos, cómo asumí este modo de vivir que aún conservo a pesar de los achaques.
Nunca pensé en ser escritor. En principio tendría que decir que nací en un hogar pobre: mi padre, pescador de bahías, era analfabeto y mi madre solo había cursado hasta tercer grado porque mi abuelo decía que las mujeres con que supieran leer y escribir tenían
En mi infancia nunca leí un libro de literatura infantil, solo estudié la Biblia, porque parte de mi familia era cristiana. De ello no me arrepiento, fue una lectura que aún hoy me aporta a mi comportamiento social, e incluso, todavía recuerdo de memoria capítulos completos de los Salmos de David y de los Proverbios de Salomón.
Cierta vez mientras cursaba el cuarto año de bachillerato, la profesora de español nos dio a conocer los breves poemas de Federico Garcia Lorca, y a mí me gustaron, no obstante hasta ahí llegó todo.
Ingresé en la Universidad a estudiar Ingeniería Eléctrica, pero no me gustó y dejé la carrera después de aprobar el primer año. Luego me hice Técnico Medio en la Prospección Petrolífera y estuve cinco años trabajando con un grupo de ingenieros soviéticos en la costa norte de la Provincia de Las Villas buscando petróleo. Sin embarggo, llegó un momento en que ese trabajo dejó de hacerse y quedé sin empleo, entonces mi hermano David, que cursaba la Secundaria Básica en ese entonces, me dijo que su maestra de Física se iba a casar, y estaba buscando quien la sustituyera en las clases por quince días. Nunca había pensado ser profesor, pero acepté el trabajo y ahí empezó una labor profesional inesperada que duró décadas.
En mis inicios debía asistir los miércoles en Caibarién, mi pueblo natal, a un curso de superación profesional en el Instituto de Superación Educacional, y una tarde, al terminar las clases, un pariente mío, Rogelio Menéndez Gallo, me mostró unos cuentos que estaba escribiendo, los leí y pensé: yo quizás pueda escribir cuentos como estos. Y ahí empezó todo.
Sucedió que al casarme y durante la Luna de Miel en Playa Girón se me ocurrió escribir un cuento que era la versión de uno que había leído de un escritor uruguayo. Fue mi primera obra.
A partir de entonces he mantenido este oficio que me llena de satisfacción y orgullo, y por ello aquí les va una radiografía de mi obra publicada y por publicar.
Tengo doce libros publicados y veinte sin publicar.
Entre los publicados están: Bajo el cuartel de proa (cuentos), 1978; Contar los dedos (poesía), 1976; De Cabinda a Cunene (novela testimonio), 1983; La agonía del pez volador (novela), publicada en México en 1995, reeditada en Colombia en 1999 y con una edición cubana en el 2009; El dulce amargo de la desesperación (novela), publicada en Guadalajara, México, en el 2002 y reeditada en Cuba en el 2008; Diario de la añoranza (poesía), publicado en el 2002; De la vendimia a la zafra: crónica de un emigrante gallego en Cuba, traducida al gallego y publicada en Galicia en el 2008; Desconfiemos de los amaneceres apacibles (novela testimonio), publicada por Ediciones Union en el 2012; Cuarenta días que estremecieron al mundo, (novela) publicada por ediciones Extramuros en el 2013; y el libro de cuentos Esperando la noche publicado por Ediciones Cubanas en el 2010.
Entre los textos inéditos están los siguientes:
- «Al tum tum de la caravela», cuentos infantiles
- «Natural de Caibarién», crónicas
- «Personajes populares», crónicas
- «Crónicas de viajes»
- «Escritos sobre literatura cubana», ensayos
- «Más allá de la Isla», ensayos literarios sobre literatura universal
- «Olvidados y a veces muertos», comentarios sobre importantes escritores en la historia de nuestro país
- «La mujer que llevo dentro», relatos
- «Recetas marineras de Caibarién»
- «A mi manera», novela
- «Te espero en la eternidad», poesía
- «Cuaderno de bitácora», cuentos
- «En recuerdo de la visita de Obama a Cuba», trabajos periodísticos publicados en Uruguay
- «La angustia es un puñado de ceniza», novela
- «Reflexiones que impone la vida», crónicas
- «Crónicas que nos pueden poner a pensar»
- «Soy yo misma María», historia del secuestro de pescadores en Caibarién
- «El valor de la agonía» cuentos
- «Un cubano en el enclave de Cabinda», relatos
- «Breve historia de la narrativa cubana», ensayos
En 1973 obtuve mención en poesía el Concurso David de la UNEAC. En 1975, el primer lugar en cuento en el concurso Debate Nacional de Talleres Literarios. Fui mención en el Concurso de Cuentos de la revista La Gaceta de Cuba en 1997 y finalista del Premio de la Crítica en el año 1995. Obtuve mención en el Concurso Casa de Teatro de República Dominicana en el 2002. Fui finalista del Premio de Novela Alejo Carpentier en el 2002. Obtuve accésit en el Concurso de Relatos Cortos en Sevilla, España. Obtuve el Premio UNEAC de Literatura 2011 en el género de testimonio.
Fui director de Ediciones Unión, editor de narrativa de esta propia institución, editor de la Revista Música Cubana, Jefe del Departamento de Medios de Propaganda del Ministerio de Cultura de Cuba (MINCULT), director del sitio web de la UNEAC. Colaboré con frecuencia con el periódico digital CUBARTE, y con el propio sitio web UNEAC, ahora lo hago con Cubaliteraria.
En cuanto a la publicación de trabajos en antologías, les muestro las siguientes:
«Nuevos narradores» en 1974; «Desde mi corazón» crónicas publicadas en Sancti Spiritus; «Siglo pasado», crónicas en una compilación realizada por Norberto Codina; «Cicatrices en la memoria» publicada por la editorial Capitán San Luis; «Sobre el pecho del pájaro», un folleto con varios poemas míos publicados en Uruguay; «Catorce poetas contemporáneos cubanos» publicado por la UNEAC; «Para la igualdad» compilación de relatos cortos; «La señora de las plantas» publicada en Sevilla, España; y «Relaciones» cuentos cubanos y alemanes, publicada en los dos idiomas por la CPI Books GmbH, Lock (Alemania).
En fin, estimados lectores, aquí estamos y andamos, esperando que lleguen mejores tiempos para la literatura en general y la literatura de ficción en particular que parece condenada al ostracismo, porque no solo no se publica, sino incluso resulta infrecuente el recuerdo de las grandes figuras que han dejado trabajos inolvidables, aún importantes para los tiempos que vivimos.
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