Un hermoso desnudo de Modigliani ilustra la cubierta del poemario Thais (Colección Sur, La Habana, 2019), de Carlos Crespo, que reúne un puñado de breves y sinceros versos dedicados por el poeta a su musa, a la vez terrenal y soñada.
Treinta y dos páginas son suficientes para emprender una aventura en que autor y lector van desde los ambientes de la Biblia hasta Roma y Pompeya, y después a Florencia, Venecia y París, hasta llegar al invierno de 2018 en La Habana, todo con fechas y lugares minuciosamente anotados por el poeta/cronista/viajero imaginario.
Carlos Crespo Jiménez nació en La Habana el 1ro. de abril de 1947. Hace treinta y cinco años, en 1988, Ediciones Unión publicó su primer poemario: El tiempo, Guiomar. Le siguió Charlot, padre mío (Premio Pinos Nuevos 1996); en 2006 apareció Tocar fondo, y en 2017 El viento y las sombras, ambos por Ediciones Unión. Poemas suyos han sido incluidos en antologías en Cuba y México. Crespo es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y ha sido coordinador de talleres literarios y promotor cultural. En la actualidad colabora con Cubapoesía.
El primero de los exergos de Thais es una cita del Cantar de los Cantares: «¿Quién es esta que sube del desierto…?». Se inauguran así las referencias bíblicas que irán marcando todo el libro, como en los poemas «V» (p. 9) y «VIII» (p. 12):
V
Aquellos pájaros Aquel silencio Y la luz del mar de Galilea revelándome tu rostro, tu cuerpo.
VIII
Nunca supe si eras judía o samaritana. Mil años, mujer. Y aún los olivos de Getsemaní sienten nostalgia de tus pasos.
A través de su periplo en el tiempo, Thais va cambiando de escenarios e indumentarias, desde la Sulamita del Cantar a una dama de la antigua Roma o una signora florentina de la época trovadoresca, o la joven que posa para un daguerrotipo en el París de 1896:
En el daguerrotipo
toda la luz del mundo
sobre el rostro que amo.
(«Daguerrotipo de Thais», p. 20.)
El poema «Tu espesa, oscura cabellera», fechado en La Habana de 2018, dialoga con el Martí de los Versos sencillos: «Mucho, señora, daría…»
Cuánto daría, Thais, porque mis dedos se hundieran en tu espesa, oscura cabellera para un juego interminable. (…) Cuánto daría, mujer, por contemplarla mientras duermes, descendiendo como un río ancho, rumoroso, a lo largo de tu espalda delicada.
(«Tu espesa, oscura cabellera», p. 20)
En anteriores libros, Carlos Crespo ha abordado poéticamente la situación del ser humano ante la muerte, la fugacidad de la vida, la soledad, la incertidumbre; en Thais se centra en una pasión expresada con fino erotismo, capaz de despertar la envidia de quienes no han sido sus destinatarias, como lo afirma uno de los exergos del cuaderno, un verso de Ernesto Cardenal: «otras soñarán con este amor que no fue para ellas».
Es ese amor el que hace al poeta augurar a la amada su eternidad en la poesía:
Thais, amor, no temas descender al Seol. Regresarás a través de mis versos, adornando tus cabellos con jazmines.
Una edición digital del poemario Thais, en la que su autor ha incluido algunos textos nuevos, está en preparación por la Colección Sur.
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