Uno de los rasgos que en los últimos 60 años ha caracterizado al entorno editorial cubano es la diversidad de sellos que lo integran y que hoy asciende a 186. La producción de muchos responde a la enseñanza, ya sea las publicaciones de la veterana Pueblo y Educación, como las diversas editoras académicas que tributan a los intereses de universidades, centros de investigación, institutos, empresas y otras que pertenecen a organismos y asociaciones del estado cubano.
Entre las editoras más conocidas y antiguas figuran las del Instituto Cubano del Libro y datadas en los años 90 las ediciones de las provincias integradas en el 2000 al Sistema de Ediciones Territoriales, conocido por muchos como Riso por el tipo de equipo donde se suele imprimir su producción.
Fundado en 1963 por Alfredo Guevara, Ediciones ICAIC, sello del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), surgido en los años iniciales de la cultura en Revolución, ha recorrido un largo camino en la historia editorial cubana y en el abordaje de un perfil muy característico que le identifica por su eficiente gestión con tal de pensar el cine, no con una visión pintoresquista o exótica, sino desde adentro e ir a su médula integral.
El catálogo con que hoy me privilegian como presentador declara las intenciones de Ediciones ICAIC, que se resumen en una idea expresada por varias de sus figuras icónicas: Julio García Espinosa, Tomás Gutiérrez Alea, entre otros cineastas, quienes en su momento plantearon la necesidad de ir más allá de la pantalla «pues no se trata solo de ver cine, sino también de pensar el cine». El principio obviamente propone una seria indagación sobre los factores que han condicionado nuestra cinematografía, no solo del período más reciente, entiéndase Revolución, sino en los que podrían verse como antecedentes, cuya persistencia por sobrevivir a veces se desconoce y a muchos asombra.
Si Cuba es un país de lectores, en igual medida lo es de cinéfilos, por no hablar de otras manifestaciones artísticas que nuestros públicos revisitan.
El cine nacional tuvo años de luz en los cuales colmó con creces las expectativas del cubano, en filmes que no solo se remitían a la historia sino a lo cotidiano en las claves o tonos más diversos. Se ha llegado hablar de una Escuela Cubana de Cine con el mismo respeto que la famosa Escuela Cubana de Ballet, ambas célebres por su repercusión mundial. Tanto en la dramaturgia cinematográfica, como en la dirección artística, la fotografía y la interpretación, nuestra isla exhibe un amplio mosaico de creadores brillantes. Ediciones ICAIC ha sabido acompañar a su órgano rector en cuanto acto fundacional ha protagonizado la cinematografía nacional, ya sea en la creación del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano como en la portentosa Escuela de Cine de San Antonio de los Baños.
Si una entidad está dotada para trazar una historiografía crítica de este fenómeno artístico, hacerlo visible ante las futuras generaciones, es justamente Ediciones ICAIC porque este sello, al nuclear una serie de colaboradores como su propia entidad rectora, no solo se ha ocupado del cine nacional sino que va más allá con interesantes acercamientos al fenómeno en Latinoamérica e incluso en algunos volúmenes aborda los clásicos y hasta al cine actual de cualquier latitud.
Otro detalle a reconocer es que, como bien declara la editorial en este catálogo que apenas recoge el período más reciente de su producción (2020-2024), es que han sabido dar una mirada integral al cine en su condición de arte e industria, con la intención de difundir saberes que contribuyan tanto a la docencia, la investigación y la crítica cinematográficas, como a la cultura general de los lectores, con tal de mantenerse como referente para estudiantes, profesores, especialistas y cinéfilos, desde lo mejor del conocimiento cinematográfico.
Ediciones ICAIC, como bien nos demuestran las páginas finales de este diverso catálogo ha vibrado con los nuevos tiempos en su intención de llegar a los públicos y desde el 2020 comienza a tocar las puertas del universo digital.
En otros espacios he afirmado convencido que el mundo digital no es hoy para los autores y lectores cubanos un paliativo ni una alternativa o un consuelo ante la imposibilidad real de producir altos volúmenes de libros físicos como otrora, significa mucho más, un camino expedito para divulgar los logros de una de las industrias culturales que más se desarrolló en el patio desde los 60.
Con su perspectiva de futuro, en los últimos años Ediciones ICAIC se abrió también a mostrar las adaptaciones de nuestra cinematografía dedicada a los más chicos de casa. Esa visión prospectiva hacia el público del futuro le será garante de sus lectores del mañana con las obras de Oliver, Padrón y tantos más que iluminan las tardes de muchas infancias.
Desde la aparición del primer e-book: Conversaciones al lado de Cinecittá, del cineasta Arturo Sotto, ya se honraba a los fundadores del ICAIC entrevistados en este libro, como alegoría de la fundación de otra etapa editorial en la que la divisa de «pensar el cine» continúa siendo la mayor fortaleza y empeño del sello. La inserción reciente en el mundo de los audiolibros, en alianza con los Estudios de Animación es otro camino que dibuja universos futuros.
Con las reseñas y, en algunos casos, modos de conseguir las ediciones digitales de estos 52 e-books y 10 audiolibros aquí promovidos, Ediciones ICAIC ofrece un magnífico pórtico a su producción diversa y creativa.
Paseando por estas páginas como lector cinenamorado, uno pide años de vida y tiempo para dedicarle a la lectura de tan variopinta producción y ya se imagina en una sala oscura percibiendo el latir unísono de tantos corazones, como aquella portentosa contadora de películas que tan magistralmente nos trazara en su obra homónima el autor chileno Hernán Rivera Letelier, quien aprendió a reescribir la realidad desde la mítica del celuloide en el desierto más solitario y terrible del planeta.
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Leer también la entrevista Enrique Pérez Díaz: el mismo lector desenfrenado y soñador que el laureado concediera para los lectores de Cubaliteraria.
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