Los últimos años del siglo XIX consolidaron la presencia femenina en el periodismo insular. A figuras pioneras en esta labor como Gertrudis Gómez de Avellaneda, Aurelia Castillo, Domitila García y Sofía Estévez, se unieron otras como voces de mayor o menor calibre, pero que tuvieron como presupuesto esencial dejar constancia de las diversas aristas que caracterizaba la problemática de la mujer cubana en ese momento. No obstante, resulta difícil hoy investigar la prensa escrita de aquellos años por el deterioro de sus páginas y la falta de previsión institucional en relación con esto. Hay que tener en cuenta que no solo se hizo periodismo, sino también textos que tuvieron iguales objetivos: analizar la situación de la mujer finisecular en la Isla. Pero en el presente muchos de esos materiales son casi inexistentes en nuestras bibliotecas y poco o nada se conoce no ya de su existencia, sino también de sus autores.
Ese es el caso de Concepción Boloña quien no solo colaboró en el Diario de la Marina donde se localiza un último trabajo el 8 de diciembre de 1929, sino también en El Fígaro y en Galicia. Un trabajo suyo dedicado a Domitila García de Coronado apareció en la importante publicación madrileña Album-Iberoamericano (1890-1901) dirigido por Concepción Gimeno de Flaquer quien fuera una notable luchadora por la defensa de los derechos de la mujer, narradora y que ejerció el periodismo como colaboradora de los más importantes madrileños y mexicanos de su época. Como dato de interés habría que decir que esta publicación se fundó en México y luego continuó en España al regresar a su patria su directora. La Gimeno de Flaquer estuvo en Cuba en la década de los ochenta junto a su esposo quien llegó a dirigir el diario Ecos del Yumurí. El señor Flaquer era una figura política nacido en Barcelona también ciudad natal de Concepción Boloña. Por tanto, es de presumir que por esa vía, además de la comunión de ideas de ambas escritoras por la situación de la mujer, se conocieran las mismas. Eso puede explicar mucho mejor la aparición del ensayo sobre Domitila García de Coronado en las páginas de la revista madrileña que mantenía la línea temática de lucha por los derechos e la mujer. Esto, por una parte y por la otra, da fe acerca de que Concepción Boloña era en su tiempo una figura respetada por sus obras, sino nunca hubiese podido colaborar en dicha revista dirigida por una mujer que hoy se considera a la altura de Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán. Concepción Boloña fue redactora de la Revista del Hogar donde colaboraron en su equipo de redacción Eva Canel, Luisa Pérez de Zambrana y publicaron importantes intelectuales de Cuba y España.
No obstante, no está en el Diccionario de literatura cubana en el que aparecen autores extranjeros radicados en la Isla como Rafael Suárez Solís o Domingo del Monte por poner al menos dos ejemplos. Solo hay una referencia como parte del equipo de redacción de esa publicación: «Coralia (seud. De Concepción Boloña, viuda de Sierra?)»[1]
Hubiera bastado, en lugar de poner la interrogación, consultar la Bibliografía cubana del siglo XX de Carlos Trelles en el que aparece Concepción Boloña y se dice:
Concepción Boloña: Album de postales de la Biblioteca Universal.
«Por la mujer». Directora: Coralia (seudónimo). Habana, Obrapía 68 altos, 1902- 1903.
Pensamientos de Coralia. Obsequio de a las suscriptoras de la revista Por la mujer. Habana, Imprenta de Bolaño 1902…se publicaron dos cuadernos.
«Por la mujer». En pro de la mujer cubana por Concepción Boloña (Coralia).
La Creche O’Farril. Aptitudes de la mujer. Cargos que se le hacían a la cubana pobre en 1899.
«A la prensa de Cuba»: Los trabajos de la mujer deben ser remunerados; La mujer periodista en Cuba; La cubana en el templo; La mujer cubana como esposa, madre y patriota.
En este folleto se trata de la regeneración de la mujer y de la protección que debe dársele en general y en especial a la clase pobre en Cuba.
A la Virgen Santísima, Purísima e Inmaculada Concepción de María, Gloria del Carmelo, Patrona Excelsa del Mar Caribe. Habana. Imprenta La Razón, 1907.[2]
Resulta curioso, que Trelles no incluyera el folleto La mujer de Cuba publicado por la Boloña en 1899 y que tampoco especificara que la autora era española, por demás barcelonesa, radicada en Cuba como hace con otros autores. Señalo esto porque el propio Trelles en la introducción a su Bibliografía cubana del siglo XX expone:
El tomo que ahora sale a la luz, es una prueba convincente de mi afirmación; y a reserva de tratar este punto con mayor amplitud en el volumen segundo, en el que será más fácil hacer un resumen completo del movimiento intelectual cubano en el principio de la actual centuria, no quiero terminar las presentes líneas sin llamar la atención de los lectores al aumento de la producción bibliográfica de la mujer.[3]
El investigador Domingo Cuadriello publicó en el año 2002 el libro Los españoles en las letras cubanas del siglo XIX: diccionario bio-bibliográfico solo y allí está la figura de Concepción Boloña con su fecha de nacimiento y lugar. Pero no se ocurre lo mismo con la fecha de muerte, ni se dan datos acerca de cuándo entró a Cuba ni con quienes se relacionó. No obstante, hasta donde sabemos, es el autor que más datos aporta acerca de esta interesante figura femenina:
Boloña, Concepción: (Barcelona, 1858). Periodista y pensadora feminista. En 1897 es redactora de la Revista del Hogar y en 1901 colabora en el Diario de la Marina con el seudónimo E.P. También colaboró en El Fígaro y en Galicia. Se estableció en Guanabacoa donde aún residía en enero de 1926. Empleó con más frecuencia el seudónimo Coralia.
Bibliografïa: Pensamientos de Coralia dedicados a las damas (1896) 110 p. //La mujer en Cuba (1899) 32 p. // Por la mujer. En pro de la mujer cubana (1905) 75 p. // A la Virgen Santísima Purísima e Inmaculada Concepción de María (1907)// Origen y advocación del Escapulario Azul (1910) Folleto// Pensamientos por Coralia (Guanabacoa 1918) 34 p. [4]
Es necesario destacar que su texto En pro de la mujer cubana fue sufragado por una sociedad femenina de La Habana y La mujer en Cuba fue favorablemente comentado en algunos diarios españoles de la época. Lo cierto es que a pesar de haber sido calificada de notable ensayista sus textos correspondientes al siglo XIX no han sido comentados, al menos, en el primer tomo del Diccionario de obras cubanas de ensayo y crítica del Instituto de Literatura y Lingüística.
Por lo demás, la Boloña puede ser considerada, sin ningún tipo de temor, como la primera mujer que en Cuba trabajó el aforismo. No otra cosa es su libro Pensamientos de Coralia publicado en 1896. Estos aforismos vieron la luz por vez primera en el Diario de la Marina en el mismo año. La segunda parte del libro se cataloga de ensayos literarios y están dedicados a importantes figuras de la sociedad cubana y española.
Es cierto que estos aforismos no tienen la hondura filosófica de los pertenecientes a Enrique José Varona, contemporáneo de la autora, y tampoco a los de José de la Luz y Caballero. Pero son reflexiones acerca de la mujer, el amor, el matrimonio, los deberes de las madres, los hijos entre otros temas. Véase no más el siguiente dedicado al amor materno: «Si las madres no dieran el ser, la Patria no tendría hijos. Por eso las naciones deberían erigirles monumentos a esas verdaderas mártires que sacrifican en holocausto de la Patria la sangre de su sangre».[5] Este libro de la Boloña merece un estudio particular por las influencias que en él se advierten, especialmente de esa gran mujer que fue Concepción Arenal, a quien Martí calificó como: «una señora de oro, con mente hecha a pueblos».[6] La coincidencia entre ambas mujeres se da por la importancia que le conceden a la educación, los deberes patrióticos, la amistad y al trabajo entre otros. Acerca de la amistad la autora sentencia: «Un amigo ignorante siempre es perjudicial».[7] Hay en Concepción Boloña un profundo sentido de la eticidad y de las relaciones humanas en estos aforismos que alcanzan por momentos un vuelo poético.
Queda mucho por hacer todavía en el terreno de las investigaciones acerca de la presencia femenina en nuestra historia patria. La personalidad de Concepción Boloña así lo demuestra. Española de nacimiento qué la hizo abrazar la causa independentista cubana como se verá más adelante. ¿Cuándo murió? ¿Qué otros lazos tuvo los círculos intelectuales de la época? ¿Qué la llevó a escribir acerca de la mujer cubana? Estas y otras interrogantes quedan aun en pie. Ojalá algún día se puedan responder todas estas preguntas para poder dar el perfil que realmente merece Concepción Boloña vda. de Sierra dentro de la historia del feminismo insular.
Notas
[1] Instituto de Literatura y Lingüística: Diccionario de literatura cubana. Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1984, tomo II, pp: 862-863.
[2] Carlos Trelles: Bibliografía cubana del siglo XIX. Imprenta de la Vda. de Quirós y Estrada, Matanzas, 1916, t. I, pp. 64-65.
[3] Ibídem, p. III.
[4] Domingo Cuadriello: Los españoles en las letras cubanas del siglo XIX: diccionario bio-bibliográfico. Ed. Renacimiento, Sevilla, 2002, p.42.
[5] Concepción Boloña vda. de Sierra: Pensamientos de Coralia. Dedicados a las damas. Imprenta «El aerolito», La Habana, 1896, p. 13.
[6] José Martí: Obras completas. Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1975, t. 15, p. 184
[7] Concepción Boloña vda. de Sierra: Pensamientos de Coralia. Dedicado a las damas, p.34.
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