
La XI edición del evento de literatura La Isla en Peso, de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), concluyó este jueves en Guantánamo tras consolidarse como un espacio de diálogo entre creadores, editores y promotores literarios, con presentaciones de libros, debates artísticos y un marcado énfasis en la labor editorial como eje del desarrollo cultural.
Durante la jornada, que tuvo como invitados a Rosalba Muñoz, escritora y diseñadora de Ediciones Bayamo, y Norberto Molina, autor holguinero, se presentaron obras como Puertas sagradas de W. H. Auden (Ediciones La Luz), Amargo ejercicio, de Lucía Amargo (Ediciones Bayamo) y Voy a escribir la eternidad, de Francisco López Sacha, ganador del Premio Alejo Carpentier de novela 2023.
También resaltaron los títulos Soles invisibles, de Karla Gil y Cosas que arden sobre el pasto, Premio Calendario de Poesía 2023, de Wilfredo Robas, además de textos infantiles, uno de los géneros más adquiridos.
La cita dedicó especial atención a los procesos editoriales, con debates sobre diseño, ilustración y gestión de publicaciones, especialidades a las que se dedicó la Jornada, y en ese ámbito, se reconoció la labor de la editorial El Mar y la Montaña, que desde su fundación en el año 2000 ha contribuido a la difusión de la literatura guantanamera.
Víctor Enrique Sánchez Silveira, diseñador de esa institución y a quien también se le dedicó la edición, compartió experiencias sobre sus 25 años en la Editorial, e incluyó las vivencias de la escritora y editora Mireya Piñeiro en la recuperación de la obra del poeta guantanamero Regino Eladio Boti.
El programa incluyó, igualmente, conversatorios sobre literatura y medios audiovisuales, ilustración digital y promoción cultural, y las actividades llegaron a variados espacios como la Casa del Joven Creador, la Universidad de Guantánamo, la librería Ateneo Asdrúbal López y el Centro de Arte y Literatura Regino Eladio Boti.
Wilfredo Robas, vicepresidente de la AHS, destacó a la Agencia Cubana de Noticias que el evento surgió para llevar el arte joven a comunidades, y se visitaban municipios, como Imías, aunque como reto se plantean retomar ese vínculo con los territorios, pese a las limitaciones logísticas.
El arte joven cubano no puede quedarse solo en la ciudad —subrayó Robas– hay que llegar a esos lugares porque nadie sabe qué joven talentoso espera en los municipios por La Isla en Peso y la AHS para demostrar que sí puede hacer las cosas, añadió.
Robas reconoció que, aunque la asistencia no fue la esperada en esta edición, se logró el intercambio propuesto entre editoriales y creadores en busca de retroalimentación, y mostrar a los jóvenes invitados de otras provincias que en Guantánamo se cuenta con una variada programación cultural abierta para todos.
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Tomado de ACN
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