¿Te acuerdas cuando jugábamos a llenar los animalitos de agua? Los animalitos estaban vivos y les abríamos bien las bocas para llenarlos de agua con una manguera negra. Qué cómico. Qué interesante. A ti te ingresaron en un hospital de día y a mí me ingresaron en un hospital de noche. Porque también le abrimos a mamá su boca, y quisimos llenarla de agua con aquella manguera negra. Hasta que la llenamos. Qué cómico. Qué interesante. Hoy estoy llenándome yo de agua. Ya abrí mi boca. Ya puse en mi boca el extremo negro de aquella manguera negra. La manguera del desánimo. La manguera negativa. Quiero llenarme de agua y lo hago. Lo hago. Empiezo a hacerlo.
Premio Calendario en Narrativa 2009.
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