Como parte de las celebraciones por los 120 años del natalicio de la escritora cubana Dulce María Loynaz, en la mañana de hoy el Centro Cultural Hermanos Loynaz, la Dirección Provincial de Cultura y el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Pinar del Río, dieron a conocer los resultados de la edición XXXIV del Premio Hermanos Loynaz.
En el apartado de poesía el jurado —presidido por el poeta José Raúl Fraguela e integrado por los escritores Elaine Vilar Madruga y Osmany Echevarría― destacó ante todo la amplia capacidad de convocatoria del concurso «que habla a las claras del prestigio que ha mantenido ante los creadores nacionales durante su larga existencia» y «la alta calidad de un grupo de las obras presentadas» que evidencia «la excelente salud del género en la isla». De las 62 obras presentadas, decidió otorgar mención a las obras de los autores Otilio Carvajal (Villa Clara), Darién Peña Prada (Sancti Spíritus) y Yanetsy Ariste (Pinar del Río). Asimismo, otorgar el Premio Hermanos Loynaz de Poesía a Jorge García Prieto (La Habana) por Heredades, obra en la que resaltan «la fuerza de las imágenes y la contundencia de un discurso, cuyo significado se ampara, además, en un eficaz manejo de los recursos del género».
Por su parte, el jurado del género narrativa —integrado por los escritores Juan Arsenio Sánchez, Segundo Abreu y Dulce María Sotolongo―, resaltó la calidad y diversidad de las 43 obras recibidas, y decidió otorgar mención a los cuadernos Gente Común de Llamil Ruiz González (Ciego de Ávila) y Elegimos vivir de Jorge Fernández Crespo (La Habana). De igual modo, acordó por unanimidad otorgar el Premio Hermanos Loynaz de Narrativa a Rainer Castilla Martínez (Villa Clara) por La visión de los muertos un cuaderno que se inscribe en el subgénero leyenda escrita «muy difícil de hallar en estos tiempos modernos». En el acta el jurado resaltó los valores de esta obra, «conjunto de estampas que retratan el pensamiento, la psicología, el actuar y las conceptualizaciones morales de la etapa decimonónica cubana. (…) que supera la estrechez anecdótica y nos regala la pintura de un pensamiento social que ha sido, en sustancia y rección, parte de nuestra identidad nacional».
Mientras, en la categoría de Literatura para niños, adolescentes y jóvenes, el jurado —conformado por los escritores José Manuel Pérez Cordero, Bárbara María Vento y Eldys Baratute― agradeció la permanencia del concurso como plataforma de promoción y su prestigio que propicia un alto nivel de convocatoria. Asimismo, decidió, entre las 45 obras en concurso, entregar mención a los libros Al sur de la colina azul de Hecmay Cordero (Cienfuegos) y Abracadabra de Evelyn Queijo Balbuena (Camagüey); primera mención a Septiembre, poemario para adolescentes de la autoría de Alberto Hernández (La Habana); y, otorgar el Premio Hermanos Loynaz de Literatura para niños, adolescentes y jóvenes a Alberto Rodríguez Copa (Santiago de Cuba) por Contraseña 2.0.0, «en el que se combinan diferentes formas métricas, diferentes estilos, incluso se llega a experimentar con el verso para construir un poemario emotivo» que «invita a realizar un viaje, quizás hacia la propia esencia».
Concluye así la edición XXXIV de un certamen que busca, desde la más occidental de las provincias cubanas, motivar la creación literaria y honrar la memoria de figuras cimeras de la cultura e historia nacional como lo son los Hermanos Loynaz.
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