«En el teatro hay que provocar al público,
y que éste celebre que se le provoca»
Darío Fo
El llamado maestro de la provocación, Darío Fo, el Rey de la farsa, nació el 24 de marzo de 1926 al norte de Lombardía. Su padre era antifascista y jefe de una estación ferroviaria.
El niño Darío llamaba a su pequeño vecindario el «pueblo de las maravillas». Fue en ese lugar donde cultivó su amor por la cultura popular, exponente principal en todo el desarrollo de sus obras; con ellas modernizaría el antiguo concepto de la comedia del arte.
Antes de convertirse en un símbolo de la cultura italiana revolucionaria de los años 60 y 70, estudió pintura y arquitectura. Escogió para ejercer solo la primera, a parte de la dramaturgia, porque decía jocosamente que aumentaba las ventas mobiliarias.
Inconformista, anticlerical, amante de la figura de Salvador Allende y observador de su época, Fo, sería reconocido en 1969 por Misterio Bufo, obra teatral que cuenta las hazañas sobre los oprimidos, inspirada en la cultura medieval.
En ella, el personaje principal, un malabarista, incita a la rebelión contra los poderosos y los hipócritas mediante la risa. Esto es un tema recurrente en la dramaturgia de Darío Fo, también el empleo de un lenguaje inventado; donde emplea una mezcla de dialectos en latín, italiano y citas literarias, forzando al lenguaje a trocarse en absurdo.
Conocido, a mediados de 1990 en América Latina, era nombrado como el «maestro» por la mayoría de los representantes de las tablas, y sobre todo, en su país, por actores callejeros, empíricos y experimentales que acudían a sus talleres.
Bajo la mirada de la lupa de la censura fue procesado cuarenta veces por delitos de opinión. Fo era capaz de sustituir las palabras por mímicas que se asemejaban a cualquier político. En 1963 su programa de televisión fue quitado del aire y durante veinte años no apareció en la pantalla de su país. En 1973 su esposa Franca es secuestrada y violada por una banda fascista. En 1980 le es negada la visa norteamericana por ser miembro de una organización que apoya a los prisioneros políticos.
Este dramaturgo de izquierda, anarquista, actor y director visionario, se convirtió en 1997, para asombro de muchos, en premio Nobel de Literatura. Lo compartiría, emocionalmente, con su esposa, y actriz, Franca Rame; quien, dicho por ella misma, se merecía un cincuenta por ciento del premio, porque era su musa y coautora de alguna de sus obras.
La Academia Sueca, quien otorga el Nobel, afirmó que: «Lo ganó porque, según la tradición de los comediantes medievales, fustiga el poder y restaura la dignidad de los humildes. Con una mezcla de risa y seriedad abre nuestros ojos a los abusos e injusticias sociales».
El dinero del premio lo usó la pareja para crear la fundación El Nobel de los Desvalidos; otro apoyo que les permitiría a los obreros seguir con su lucha. A sus 76 años continuó aun combatiendo contra la derecha, en las manifestaciones, por la defensa de los derechos de los trabajadores en Milán, la ciudad en la que vivió.
El 13 de octubre de 2016, justo el día en que la Academia sueca debía anunciar el vencedor de otro premio Nobel, fallece a los 90 años por una insuficiencia respiratoria.
Visitas: 77
Deja un comentario