Este 5 de agosto en el espacio Sábado del Libro que tuvo lugar en la emblemática Calle de Madera a las 11:00 de la mañana, fueron presentados tres títulos Ediciones Aldabón, a cargo de su director Daniel Alberto Cruz Bermúdez, quien agradeció al Instituto Cubano del Libro por propiciar la participación de la editorial matancera en tan prestigioso espacio.
El primer título presentado fue Donde van a morir las mariposas de la poetisa y escritora matancera Yanira Marimón Rodríguez, libro hermoso, que en esta nueva edición incluye ilustraciones a color. Premio Calendario en 2004, las AHS tuvo a bien volver a lanzar este título, que va sobre la amistad de dos niños de diferentes sexos, de desencuentros, de lejanía y de ausencias.
Acto seguido presentó el libro Frei Betto. Al borde de una paradoja, obra escrita a cuatro manos por Randy Perdomo y Marxlenin Valdés, que el presentador Cruz Bermúdez describe con una palabra: Lealtad. Amparado bajo la Colección Homenaje, el libro acoge, a modo testimonial, artículos escritos por el propio Frei Betto y otros con valoración de algunos intelectuales que tienen sobre esta figura. Se encuentran: Leonardo Padura, Magda Resik, Fernando Martínez Heredia, Paquita Armas y Roberto Fernández Retamar, quien escribió el prólogo.
Es un texto, realizado para homenajearlo en su 75 cumpleaños, donde se vuelve a encontrar la obra, un tanto olvidada, de este hombre de fe, teólogo de la liberación, que ha sabido amar al cubano, un hombre profundamente humanista.
El escritor José Miguel Sánchez Gómez, Yoss, fue la voz que se alzó para presentar El umbral oscuro de Malena Salazar Maciá, escritora que, según Yoss, comenzó tímida como un gorrión, pero que ahora es una gran artista merecedora de casi todos los premios de la ciencia ficción y la fantasía convocados en Cuba.
Este es el tercer libro de la colección de este género en Ediciones Aldabón, y al decir de su director, es una de la más preciadas joyas del colchón editorial, pues Malena es la autora más vendida y popular del sello editorial. En este título se aprecia el gusto de su autora por la novela negra, pues la historia se ubica en el principio del pasado siglo donde los personajes que lo habitan comienzan a preguntarse si la historia que le ha sido contada es en verdad la real. El final es contundente —aseguró Yoss— que te hace examinar tu fe.
Con una cubierta realizada por la propia autora, la novela nace de la separación de otra: Los cantares de Sinim, e inspirada en los ancianos deambulantes de La Habana, de esos de mirada perdidas, de esos que se preguntan si antes tuvieron un hogar y es un claro homenaje al investigador inglés Sherlock Holmes.
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