Amén de un plan de estudios -cuanto en la práctica es y de hecho ha sido el mismo impulsado por el autor, Joel Zamora, en su Academia de Baile Flamenco y su Compañía durante varios años-, este necesario libro constituye respetuoso homenaje a un género del cual el miembro de la Uneac resulta uno de los cultores más sistemáticos en nuestro país desde el pasado siglo.
El material, avalado por la Asociación de Pedagogos de Cuba y el Conservatorio Superior de Danza de Málaga, España,contribuye a saldar una deuda formativa en la enseñanza de la disciplina, al incorporar -con meticulosidad exhaustiva- todas las técnicas y pasos de cada uno de los niveles de aprendizaje.
Los esfuerzos del creador aquí fueron hacia la docencia, la formación de bailarines y los futuros profesionales; de ahí parte de la dimensión alcanzada por el texto.
Fueron doce años de riguroso estudioso e investigación los invertidos por Zamora en ensamblar tan extenso trabajo, no solo limitado al plano técnico, pues el objetivo complementario del autor resultó apertrechar al estudiante de los conocimientos generales del baile de marras y además de la cultura española, de la que Joel representa ferviente apasionado y a cuyas esencias conoce de primera mano, tras sus invitaciones a actuar en algunas de las consideradas cunas del flamenco.
Más allá de la pertinencia lectiva del libro -único de su tipo publicado en la nación hasta el momento-, su lectura deviene proposición cognitiva e instrumento hermenéutico en pos de desentrañar la poesía, el misterio y el magnetismo del flamenco.
El creador de los espectáculos dancísticos Gala a España, La dama azul se viste de flamenco y Homenaje a Antonio Gades indagó para la ejecución del volumen, a manera de fuentes activas, con maestros cubanos dedicados a esta enseñanza, algunos de ellos ya retirados, y con los de la Península, a efectos de acrisolar en su gestión editorial tanto la impronta raigal como las aprehensiones insulares.
Cuanto derivó del maridaje germinaría en este material, de ahora en más instituido en basamento didáctico a disposición del no escaso alumnado del flamenco en Cuba; así como de todos los interesados en una de nuestras culturas madres: la española.
En las 293 páginas existen segmentos correspondientes a los distintos niveles donde Zamora ilustra sobre las escuelas de baile ibéricas, los elementos del flamenco, la rumba flamenca, las castañuelas, zapateados, pasodobles, el maquillaje, el fandango, la sevillana, la farruca, la soleá, la presencia hispana en Cuba, caligrafía del espectáculo musical, apreciación de la danza, bulerías, seguiriya…, e infinidad de aspectos relacionados con su objeto de estudio.
Sería improcedente no aludir al acabado formal del texto a la hora de cualquier reseña. A destacar no solo la edición/corrección de Carmen Capdevila Prado y el diseño/diagramación/fotografía de Nelson Costa González (exquisitos ambos, como siempre, en su labor); de igual modo la composición digital e ilustraciones interiores de Ivet C. Pacaréu, esposa del autor y figura de valiosa ayuda en la composición del libro, de la misma manera que sus bailadoras y todo el cuerpo de su Academia y su Compañía.
También es menester subrayar que el sello Mecenas se granjea, merced al convenio puntual con la entidad solidaria francesa, una fabulosa impresión -sin antecedentes en la casa editora perteneciente al Centro Provincial del Libro y la Literatura de Cienfuegos-, provista de un sistema iconográfico resaltante en virtud de su calidad técnica, primorosa según el criterio de varios especialistas de la Cultura en el territorio.
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