Los amantes del teatro tienen en la Casa Editorial Tablas-Alarcos un sitio especial, allí coexisten la revista Tablas, y la editorial Alarcos, especializada en la publicación de libros de dramaturgia y teoría teatral y danzaria.
Para los lectores, Alarcos trae este año las siguientes novedades:
Criaturas de isla, de Ulises Rodríguez Febles:
Como en un torbellino, las obras que agrupa Criaturas de isla nos envuelven, nos llevan y traen de la realidad a la ficción, nos arrastran desde asuntos cotidianos hasta problemas existenciales, nos sumergen en la fuerza destructora de la naturaleza y nos dejan inertes ante el poder anulador de conflictos sociales, económicos o políticos. Nos quitan el aliento. Somos nosotros ‒vistos desde la alegoría‒ los personajes que habitan sus escenarios, inmersos en atmósferas alucinantes y retadoras, conseguidas mediante un lenguaje descarnado y sincero, portador ‒a su vez‒ de alta dosis de lirismo. Así, adentrados en estas páginas, podremos confrontar dilemas históricos que nos trastornan, sostener un diálogo cuestionador con nuestro tiempo y quejarnos no solo de la maldita circunstancia del agua por todas partes, para luego emerger en busca de luz en medio de la sobrevida.
Ocho historias para un domingo, de Maykel Chávez:
Cuando ves a Maikel Chávez (Villa Clara, 1983) venir hacia ti con los brazos abiertos gritando de alegría, no puedes dejar de reír y saltar de felicidad. Él te contamina.
Si lo escuchas por la radio haciendo las voces de muchos, muchísimos personajes, te dices «¿Cómo puede?», «¡Qué bárbaro!».
Al verlo sobre el escenario actuando y manipulando muñecos, te maravillas y lo admiras: tan buen actor y titiritero es.
Si lees sus obras, comentas «¡Qué clase de dramaturgo!». Y te diviertes, y aprendes, y lloras a veces, y cantas con sus personajes, y vuelves a reír y a saltar de felicidad… porque Maikel te contamina, te contagia, te transmite todo lo positivo que hay en él.
Y como él, son sus piezas teatrales. Llenas de juegos y canciones, de colores y enseñanzas, de preocupación por la realidad circundante y voluntad para mejorarla, de magia e inocencia, de gracia inigualable y profundo sentido de la amistad, de mucho humor y amor desbordante.
Ocho historias para un domingo está aquí para corroborarlo. Es una selección hecha por el maestro titiritero Rubén Darío Salazar (Santiago de Cuba, 1963), quien recibiera en 2020, junto al diseñador escénico Zenén Calero (Matanzas, 1955), el Premio Nacional de Teatro de Cuba.
Retablo vivo. Cuaderno de apuntes de un titiritero, de Rubén Darío Salazar:
Retablo vivo. Cuaderno de apuntes de un titiritero de Rubén Darío Salazar, última entrega de nuestra colección Cuadernos Tablas, viene a ser una bitácora de viaje de este incansable artista. Titiritero, amante de la creatividad y la belleza, Darío Salazar nos regala su historia, la de Teatro de Las Estaciones, y la pasión con la que fue aprendiendo de cada uno de sus maestros y con la que aprende cada día con cada proceso, cada intercambio, cada nuevo sueño.
Retablo vivo… es también un cuaderno del que puede beber cada artista cuya sensibilidad se incline hacia el arte de los muñecos. Notas, reflexiones, anécdotas y minuciosos apuntes sobre algunos de los procesos de trabajo resultan aquí bibliografía imprescindible, documento necesario, lo mismo para aprehender que para conocer bastante a fondo a un hombre que sabe que el amor por lo pequeño es lo que en realidad nos hace grandes.
Replant(e)ar la memoria, de Alejandra Ferrer Cairo:
Replant(e)ar la memoria dirige su interés investigativo hacia el análisis de Jardín de héroes (2007) del joven dramaturgo villaclareño Yerandy Fleites Pérez (1982), pieza que, junto a Antígona (2005), Un bello sino (2005) ―versión libre del mito de Medea— y el drama satírico Ifigenia (tragedia ayer) (2015), integra la tetralogía Pueblo Blanco.
El mito de Electra, perteneciente a la saga de los Atridas, se ha convertido en uno de los más relevantes dentro de la literatura universal. A más de medio siglo de la versión piñeriana, se produce la irrupción en el entorno literario cubano de esta obra que ha devenido un mosaico de confluencias intertextuales donde Fleites elige qué reelaborar o asumir de cada una de las fuentes empleadas. El autor emula de manera consciente la tradición anterior y recrea una versión propia que renueva.
El interés de la presente investigación se centra en la tercera pieza de Pueblo Blanco, precisamente por constituir el punto climático de la tetralogía. En este sentido, las directrices temáticas y las preocupaciones estéticas y epocales del dramaturgo alcanzan en Jardín de héroes su máxima expresión.
#dramaturgiaspanorámicas, concepto y selección de Taimi Dieguez Mayo y Gabriela Ponce:
#dramaturgiaspanorámicas reúne diecinueve obras de autores jóvenes que se conocieron en Panorama Sur ‒seminario intensivo para dramaturgos‒ el pasado 2019 en Buenos Aires. Algunas de las obras compiladas son fruto de esta residencia artística, pero este no es requisito indispensable para la unidad de la antología, más bien nos motivó el deseo de encontrarnos una vez más ‒a pesar de la distancia geográfica y miles de fronteras, en las cuales habitamos como parte de la sociedad contemporánea‒ , reunirnos y conservar el diálogo que hemos sostenido desde nuestra diversidad, con respeto y amor.
Lo panorámico atraviesa las páginas de esta antología, no solo haciendo referencia a las múltiples realidades y contextos de sus autores, sino además a las distintas estructuras, poéticas, voces que construyen sus discursos, los cuales pueden abarcar lo histórico, lo social, lo individual, las siniestras operaciones que se ejecutan en el campo de las relaciones humanas, en medio de una sociedad globalizada que continuamente se refunda con lo tecnológico. Las obras aquí compiladas no están tildadas de pesimismo, tampoco de optimismo a ultranza, se empeñan en cuestionar(se) ‒también a ellas mismas y a sus autores‒ sobre lo complejo y urgente de reconocerse/reconstruirse como seres auténticos.
#dramaturgiaspanorámicas no es una simple etiqueta en las redes sociales; es el espacio donde nos asociamos, entre nosotros, los autores, con los lectores y con el valor inconmensurable de la amistad y el teatro.
La caída, de Raúl Miguel Bonachea Miqueli:
El abismo contempla al héroe y he aquí que lo encuentra vacío ‒y a la vez lleno‒ de sentido. El héroe se ha convertido en el demiurgo de un espectáculo, de un texto para la escena que recuerda la caída de esas caras en los billetes; esos billetes de tanto valor que algunos de nosotros no hemos alcanzado a conocer. Su liturgia es llegar a las tablas y dar machete verbal, retar a duelo al espectador que lee u observa, porque al final todos somos caídos, todos hemos descendido a un averno que es textual y simbólico, y que también ha cobrado su precio en la Historia reciente de nuestra isla.
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