
El Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos ha sido visitado con frecuencia y profundidad por los estudiosos. Si del Diario de Montecristi a Cabo Haitiano existen solo cinco acercamientos de verdadero valor, de este Diario hemos encontrado alrededor de 32 estudios que prueban que el sentido de la obra no está «oculto», sino «enfrente» , es decir, en el lector, en su carácter movilizador, en la vida. Si la recepción tiene un carácter siempre nuevo, esto se debe a que lo mutable es el grado de legibilidad, según Jauss.
Este grado es particularmente rico, abarcador, minucioso en el caso de los estudios dedicados al Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos, que se deben en su mayoría a escritores y académicos de prestigio. En la muestra hay un pequeño grupo de trabajos que estudian las peculiaridades que como diario presenta la obra literaria que estamos analizando.
Entre ellos el primero en el tiempo es el ensayo escrito por el eminente escritor argentino Ezequiel Martínez Estrada como prólogo a la edición de los Diarios de campaña en 1962. En él se caracteriza al Diario en cuanto a género y cualidad. Se establecen las relaciones y diferencias entre el Diario de campaña y el Diario de Guatemala. Ambos escenifican el contacto con las gentes olvidadas, y descubren el tesoro de la humanidad primitiva. Aquel es su bautismo, y estas notas sus exequias.
Para afirmar que esta obra es, a un tiempo, diario de campaña y diario íntimo se refiere a una caracterización antitética en la que se unen cuadro de operaciones e itinerario espiritual, y una manera imperecedera de contar donde une lo impersonal y lo histórico a un tiempo.
El Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos es para Martínez Estrada un retrato espiritual de la personalidad de José Martí, porque allí «es imposible desglosar lo épico y lo dramático de lo poético y eclógico –perteneciente o relativo a la égloga, composición del género bucólico–. Martí viene a cumplir una promesa, por eso sus encuentros con las personas tienen más de partida que de llegada, de adiós, de despedida, que de pláceme de bienvenida».
Fina también repara en ello, pero achaca este sentido de la despedida a la profundidad y el poder de la mirada que se transparenta a través de su magistral estilo. En su análisis el escritor argentino propone una nueva línea de investigación, a mi parecer, hasta ahora no acometida, referente a comparar el Diario de campaña y el Manifiesto de Montecristi para comprender la idéntica complexión moral y sentimental del héroe, volcada en uno y otro documento.
La grandeza literaria de esta obra es tal que el ensayista le busca ilustres y clásicas anticipaciones al Diario de campaña: Odiseo, Orfeo, Cristo –referencia al martirio de la muerte de Martí– Dice que es un viaje al mundo de los inmortales, lo que es evidencia del poder cautivo de los Diarios en los lectores y exégetas. Y en esa caracterización clásica afirma que el Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos se divide en dos partes: égloga –entregado al paisaje natural y humano– y epopeya –cuadros terribles de la guerra–, dos maneras de la belleza expresiva.
A los textos de corte autobiográfico de José Martí se refiere en su ensayo Francisco Ernesto Puertas Moya en 1999. El profesor español considera que en Martí lo autobiográfico es una vía de proyección de la alteridad, “esa capacidad humana de situarse mental y éticamente en la posición del otro para hacerse cargo mediante mecanismos de solidaridad que reviste en la obra a la utilización de la primera persona y co–padecimiento (compasión. Sim–patía) de la situación”, en tal sentido ilustra la importancia que reviste en la obra la utilización de la primera persona del plural: «salimos», «llegamos», «nos rompió el día». Por eso llama al Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos «transpersonal» en contraposición a Martínez Estrada que lo clasifica como «impersonal», pues el yo se resuelve en armonía con el mundo circundante. Lo que apoya refiriendo la opinión de Fina donde ella afirma que «ese yo se llama todos, no por caída en lo impersonal sino por asumir en sí al universo, por un sentir que “crece en mi cuerpo el mundo».
Explica entonces el papel que juega su condición de exiliado en ese yo que es nosotros, que no es otro que captar a los demás como uno mismo, ya que el yo no se encuentra ubicado en la patria a la que aspira y por la que lucha. En la construcción de dicha alteridad ubica la importante presencia de las sensaciones de otros en las recreaciones propias de los hechos.
Para fundamentar su tesis, que no es otra que el reflejo de la alteridad a través de la identidad en el Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos, polemiza con la Bibliografía sobre los Diarios de campaña, y también se apoya en ella. Reniega de la «absurda elección de la muerte» por parte de Martí, como afirma Cabrera Infante en su ensayo «Un diario que dura más de cien años», que estudiaremos más adelante dentro de la presente investigación, porque el Diario está redactado en clave positiva y optimista con la seguridad de quien se ha reconciliado con su ser y su esencia, y es capaz de disfrutar del mínimo detalle.
Al tiempo que suscribe el criterio de Carlos Javier Morales sobre la consideración de esta obra como ensayo, poseída de ternura, lirismo y honda comprensión del hombre centroamericano, y el de María Zambrano esbozado en el texto ya estudiado aquí en torno al cumplimiento del reto de la autobiografía en los Diarios, porque a su capacidad de identificarse con la alteridad ha respondido el deseo (aún no satisfecho) del pueblo latinoamericano de formular en libertad su propia personalidad tolerante y comprensiva, al tiempo que autóctona.
De esa realidad da prueba la opinión de Cintio Vitier que también cita Francisco Ernesto en el sentido de que los Diarios de Martí «son testimonios raigales del ser de América», y es que solo desde especificidades se puede elevar al ser humano a la universalidad, a la que la nueva estética martiana, y en especial su compromiso autobiográfico, nos abarcan.
A analizar el Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos como un texto de autorreconciliación, con varios niveles de lectura, poseído de valores sociológicos, y como testimonio del heroísmo colectivo, se dedica la joven filóloga Linet Cums Yumar en su ensayo «El goce desdibujado de la reconciliación: el Diario de campaña de José Martí». Allí se aborda el regreso de Martí a Cuba como un proceso de reconciliación, de lo que el Diario es fundamento y depositario: reconciliación con su cuerpo y su alma: los fueros políticos al fin se encuentran con las acciones del político, del hombre de acción que nunca se ha ausentado de sus textos. Y es que no hay aquí deslindes entre el escritor y el político. Pues como en el Facundo de Sarmiento, aquí el hombre de acción también es un sagaz lector.
En su caracterización temática del Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos refiere que, paralelo al discurso de la satisfacción, están los temores del demócrata, y que el mismo puede leerse en varios niveles, teniendo en cuenta su movilidad: en su primer plano narra un viaje: la llegada y trayectoria por Cuba, pero también es un viaje de descubrimientos donde cada hallazgo dentro del texto marca un tono diferente. Sitúa dentro de los valores sociológicos del texto la presencia de datos históricos, biográficos y lingüísticos, y es imponderable desde el punto de vista estético.
Termina su estudio haciendo referencia a la clasificación estructural del Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos con su cambio constante de registros, del impulso poético a la narración realista precisa, a través de microrrelatos, conversaciones transcritas, historia novelada, escena teatral, retratos de hombres, y algunas líneas como escapadas al descuido de la prosa íntima, lo que la lleva a concluir que este Diario es una especie de caleidoscopio narrativo y poético.
De las enseñanzas de estos acercamientos derivamos la idea de que el Diario de Cabo Haitiano a Dos Ríos es la biografía espiritual de Martí, por todo su alcance y como resumen de las aspiraciones vitales del héroe, de que en él se construye un yo que es todos, y se abarcan varios planos de lo que es un diario de viaje, que a la vez es diario íntimo, anclado a su vez sobre la historia y la literatura.
Visitas: 34
Deja un comentario