Es gratificante conocer que la Editorial Arte y Literatura, en su Colección Ediciones Huracán, publicará próximamente la tan popular novela El fantasma de la ópera (1909), llevada al cine, al teatro y a la televisión en diferentes versiones. Salida de la mano del escritor francés Gastón Leroux la historia tuvo como antecedente e inspiración la del también francés, George du Maurier, Trilby.
Romance, terror, misterio, tragedia, se combinan magistralmente en el argumento narrativo, donde el misterioso fantasma (Erick) aterroriza a la ópera de París (Ópera Garnier), espacio donde se desarrolla la trama. Él asume esta postura con el objetivo de llamar la atención de la joven cantante Christine Daaé, que había pertenecido al coro y llega a ser la cantante principal cuando remplazó por una extraña enfermedad a Carlotta (en realidad provocada por Erick), quien había tenido hasta entonces el protagónico.
El desamparo filial, primero de sus padres por su deformidad de nacimiento y posterior horror despertado en todo el que lo veía, lo lleva a huir de su casa, pasar por diversos lugares y desempeñar varios oficios, hasta que, por su inteligencia natural, se convierte en arquitecto, unido a un talento en relación con la música.
Su deformidad y el no poder presentarse en público lo lleva a ponerse una máscara y convertirse en un fantasma. Aprovecha su trabajo como arquitecto para la creación de su propio hogar en los bajos de la ópera, y un lago artificial, con pasadizos factibles para llevarlo a cualquier parte del teatro, lo que acentuaba ese carácter fantasmal. También llegó a la violencia y hasta matar para presionar a los gerentes y a aquellos que no aceptaban su imposición.
La joven Christine se vio entre el amor por el vizconde Raoul de Chagny y la fascinación por la música del fantasma, pero al enterarse que los accidentes y asesinatos eran cometidos por él decide huir con el vizconde; Erick descubre los planes de los jóvenes y en medio de la ópera Fausto rapta a Christine… ahí se se desencadena el final de la novela. Le toca al lector descubrir cómo termina.
Indiscutiblemente El fantasma de la ópera nunca disminuirá el interés de quien busque la buena literatura, a pesar de tener más de un siglo de publicada, porque en ella se agolpan todos los ingredientes necesarios para no soltar el libro cuando se tiene entre las manos, aunque se tema la presencia de un fantasma que amó como cualquier hombre.
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