
Con la entrega de los Premios Fundación de la Ciudad culminó en Matanzas la jornada dedicada al ensayista, poeta, crítico e investigador Virgilio López Lemus, quien mereció el reconocimiento honorífico en la XVIII edición del evento.
Nelson Beatón recibió el lauro en teatro, con Azul, texto que constituyó sus tesis de culminación de estudios en el Instituto Superior de Arte, por ofrecer un homenaje al teatro y algunas de sus figuras fundamentales.
La obra va de un falso montaje de El pájaro azul, en un contexto complejo de la historia cultural de Rusia y que es un proceso que se ha repetido durante el paso del tiempo en muchas sociedades y países. Es una fantasía teatral resultado de un proceso bastante arduo por todo lo que tuve que leer pero así me satisfizo más.
Es la primera vez que participo en el concurso tuve la dicha de alcanzar el premio; también es mi primera visita a Matanzas, una ciudad hermosa que me ha encantado por su cultura y su gente a quienes quiero agradecer por hacernos tan felices en estos días.
Raúl Flores Iriarte, autor habanero que repite como ganador en certámenes literarios matanceros, se alzó con los premios de narrativa y literatura infantil.
El jurado compuesto por Norge Céspedes, Raúl Piad y Arístides Vega, entre los 22 libros presentados distinguió a Acude a la silla eléctrica, porque sus textos describen con pericia y oficio la realidad, pero con la distinción de testimoniarla desde lo fantástico y el absurdo.
Mientras que Nelson Simón, José Manuel Espino y Lidia Meriño resaltaron que los temas abordados en el conjunto de cuentos que se reúnen bajo el título El cuento que yo te cuento son afines a cualquier época, lector o punto del universo y son abordados con ingenuidad y frescura, lo que denota un profundo conocimiento de la psicología infantil.
En el 2015 gané el Fundación en esta misma categoría con el texto Esperando por el Sol, también merecedor del Premio de la Crítica Literaria. El de ahora deviene especie de continuación de aquel.
Son entre 14 y 16 cuentos con un poco de violencia, muchos elementos fantásticos, resalta un tono grotesco en ellos y espero que le guste al público lector cuando se publique.
El libro infantil está inspirado en mi niña que ahora tiene 3 años, pensando en lo que me gustaría leerle cuando tenga 6 o 7.
También se presentaron los libros que ganaron el Premio Fundación de la Ciudad en la edición de 2022: La culpa es de Michael Jackson, de Daneris Fernández; Alas para Patricia, de Leonel de García y Todo lo sólido se desvanece en París, de Atilio Caballero y los reconocidos en 2023: Mujeres de café, de Olga Montes Barrios; La Misántropa, de Milho Montenegro y De cronistas, sus textos y sus viajes, de María Antonia Borroto.
Asimismo se dedicaron enriquecedoras mesas de opinión sobre los temas que convocó el premio este año. Un panel compuesto por el escritor, dramaturgo, crítico e investigador Ulises Rodríguez Febles y los escritores Raúl Piad y Raúl Flores, con los aportes de Náthaly Hernández Chávez como moderadora, se refirió, entre otros temas a las características de la novela y el cuento en Cuba, con énfasis en el desarrollo de la narrativa durante los últimos años en Matanzas, donde han proliferado escritores merecedores de importantes premios en el contexto de la literatura nacional.
Asimismo, explicaron las incidencias del complejo escenario económico y la crisis existente en el país en procesos fundamentales para el desarrollo de la literatura como la producción de libros, su promoción y la promoción de la lectura.
En un segundo momento se reunieron las voces de los dramaturgos y actores María Laura Germán, Pedro Franco, quienes dirigen sus propios proyectos teatrales, el dramaturgo Nelson Beatón, la periodista Angie Romero y Ulises Rodríguez Febles para opinar acerca de la importancia de la memoria en la labor de los dramaturgos, el contexto de la dramaturgia cubana contemporánea, con los retos que se le presentan día a día sobre todo a los jóvenes creadores de la escena.
Durante el conversatorio sobre literatura para niños y jóvenes, José Manuel Espino, Lidia Meriño y María Laura Germán coincidieron en que cada vez resulta más difícil escribir para niños en los tiempos apresurados y convulsos que corren cuando el arte encuentra mucha competencia en las nuevas tecnologías y el reggaetón invade el espacio de las infancias.
Para llegar con efectividad a este público es imprescindible investigar sobre los temas que les interesa, rescatar la poesía, como ente que lo envuelve todo y puede salvarnos.
Se incluyó en el programa por estos días un conversatorio sobre la personalidad homenajeada y una conferencia magistral a su cargo acerca de la presencia de la métrica hispánica en la poesía tradicional y popular cubanas.
El Premio Fundación de la Ciudad se dedicó, además, al 331 aniversario de la urbe de los ríos y puentes.









Visitas: 68
Deja un comentario