
Argumentos para discrepar
El análisis de una bandera ―de acuerdo con sus figuras geométricas, símbolos, disposición de las franjas y colores…― permite entender las preferencias geopolíticas de sus creadores en el momento de la concepción.
Ni las banderas propuestas en la Conspiración de la Mina de la Rosa Cubana se parecen a las de Francia y Estados Unidos ni a la colombiana como se ha dicho, ni la cubana se parece a la de Texas, es un disparate decir que fue hecha a su imagen y semejanza. Lo que sí es un hecho que todas tienen los colores republicanos, los ideales más revolucionarios de la época.

El conocimiento de las otras insignias por parte de Narciso López se demuestra con las primeras propuestas de tricolores horizontales que se le atribuyen para el levantamiento de Trinidad y Cienfuegos:
La bandera «azul, blanca y azul», descrita por José María Sánchez Iznaga, uno de los acusados y juzgados por las autoridades españolas cuando el fracaso del levantamiento trinitario en 1848, se diferencia de las otras por la estrella, fuera esta de cinco u ocho puntas y de uno u otro color. En el caso de las franjas, los colores parecen tomados de la enseña de la República Federal de Centroamérica, de cuyo pabellón, inspirado en la bandera argentina, descienden las enseñas actuales de los países de la región.

Asimismo, la bandera «azul, blanca y roja» referida por Villaverde[1], difiere de las más conocidas e influyentes tricolores horizontales de la época: las enseñas de Holanda (roja, blanca y azul) y de Rusia (blanca, azul y roja). Sin embargo, es una reproducción fiel de la segunda versión de la primera bandera de Chile, inspirada en las bandas de colores que atravesaban los pechos de los combatientes araucanos, anterior a la actual y que se conoció con el nombre de «bandera de transición».
Este mismo pendón también había sido adoptado por el Estado de los Altos en 1838, cuando se desmembró de Guatemala, hasta 1840, al ser reincorporado forzosamente a esta nación. En los momentos en que la pensó Narciso López, de acuerdo siempre con los testimonios, esta enseña estaba vacante.


En junio de 1849 Cirilo Villaverde[2] vio que López presentó ese boceto, con los colores republicanos que ya había usado anteriormente en su insignia de la mencionada conspiración.
Ahora, de la discrepancia, es admisible el tránsito a la herejía de repensar.
[1] Se ha dicho que esta bandera no debió ser de López ya que el juicio de Villaverde fue posterior al de López. Pero pudo ser una variante de López en la zona de Matanzas, donde residió el general algunos meses en 1847 y allí conoció a los revolucionarios de la región. Y es la que dice Villaverde que dibujó en la hora final.
[2] Villaverde se había escapado de la cárcel de La Habana el 4 de abril de ese mismo año. Después de un viaje en barco de vela y ferrocarril, se reunió en Nueva York con Narciso López, quien lo nombró su secretario militar.
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