
Doce poemas, audiolibro de Cubaliteraria, ofrece una interesante muestra de los principales tópicos tratados en la larga trayectoria creativa de Virgilio López Lemus (Fomento, Sancti Spíritus; 1946), a quien se dedica, junto con Francisca López Civeira y teniendo a Sudáfrica como País invitado de honor, la 33 Feria del Libro de La Habana. Una veintena de libros de López Lemus hablan de una copiosa creación suya desde que, en 1981, publicara el volumen Hacia la luz y hacia la vida. El pan de Aser (1983); La sola edad (1990), Cuerpo del día (2000), El peldaño (2010), Hipno (2018) y Veinte veces el amor (2018), entre otros.
Su obra ha sido publicada en países como Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, Brasil, México, Estados Unidos, España, Portugal, Francia, Alemania, Rusia y China. López Lemus es también un estudioso sistemático de la poesía con un amplio dominio de sus movimientos en lengua hispana. Son incontables los premios y reconocimientos de López Lemus, entre ellos la Distinción por la Cultura Nacional.
De una figurada apacible textura, la poesía que exhiben estos doce textos desborda por las paradojas y contradicciones latentes. Las paradojas se nos enciman desde el primer momento. Cómo ser paralítico y atleta al mismo tiempo; víctima y victimario a la vez, recién nacido y anciano. El poeta se yergue entonces como figura bienhechora que da cabida a todos por igual y de la mano de la inquietud por la poesía viene aquella que señala los caminos del sujeto que poetiza:
A todos, yo los prohíjo y los abrazo: hermanos, la tanta luz confunde mis tinieblas. ¿Y para qué habrá de servir un poema como no sea para la mayor exaltación de la vida?
Se confunden más de una vez en estos versos escogidos, pero especialmente en el simbólico misterio de lo inalcanzable encarnado en el ciervo del poema homónimo, la naturaleza, el amor, la belleza, la felicidad:
Hundirme en tu belleza
tan hondo, tan en ti
que yo perezca en tu caricia,
que ni el agua de mis ojos
o el silencio mismo
sean más que tu piel.
Un tema capital del sujeto que escribe es el de la escritura misma, el cómo asumirla (Los papeles que se mueren de escritura / sirven ni un poco para escribir te quiero…) y la propuesta del sujeto que poetiza es desde el amor, un sentimiento amoroso que no descarta el dolor, las renuncias, tal vez las pérdidas en una dimensión ontológica donde el espacio y el tiempo proveen el contexto:
Naturaleza: lo que fuiste ya es utopía,
lo que serás, no sé. Eterno qué se hicieron,
dónde están...
La naturaleza, presencia viva en la poesía de Virgilio López Lemus es, en realidad, una eficaz acompañante del verdadero centro de sus inquietudes: el ser humano con todas sus inquietudes, sus contradicciones, sus paradojas.
Qué se hicieron los árboles incontaminados
donde solía el cielo demorarse
al pie de una flauta de amor.
Qué se hicieron los lechos naturales
creados para el goce de la pareja eterna
enlazada bajo el ala de un ángel.
Particularmente motivador es un poema que trasciende espacios y fronteras, que trasciende el tiempo histórico: «BEATUS ILLE»:
Feliz aquel que vive en un país dormido
junto a un lago o junto al mar,
sobre un río quietísimo,
a la vera de un valle
donde no se escucha el trueno de las revoluciones
ni el cántico de la ciudad.
Doce poemas nos muestra aspectos esenciales de la poesía de Virgilio López Lemus como una vocación incontenible de poetizar la vida misma.
Visitas: 52
Deja un comentario