El elogio oportuno, encuentro que conduce el periodista Fernando Rodríguez Sosa, está concebido para el homenaje tanto de personalidades como de instituciones. En esta oportunidad, tuvo lugar el pasado 10 de agosto en la librería Fayad Jamís, a las 3:00 de la tarde y estuvo dedicado a los 80 años de la gran historiadora, investigadora de la obra martiana y fidelista, y eternamente educadora Francisca López Civeira.
La Revolución le dio la posibilidad de estudiar mucho más de lo que habría podido hacerlo una mujer de esa época. Siempre se movió entre la literatura y la historia, hasta que se decidió por la historia. Hizo su servicio social en Mayabeque, donde comenzó su carrera de magisterio y también allí conoció al que sería su compañero de toda la vida.
Olga López le propuso enseñar Historia de Cuba, labor que para ella es una fuente de conocimiento constante, pues cada aula nueva la hace investigar y profundizar al interactuar con los estudiantes. «Porque cada grupo tiene su mirada —añadió— su tiempo, su carácter, su gesto, su tono de voz y por tanto es un nuevo reto».
La primera invitada, Olga Fernández, compañera de López Civeira desde los años 70 en diferentes proyectos y puestos de trabajo —como la Sociedad Económica Amigos del País y la Academia de Ciencias de Cuba—, dijo sentirse muy honrada de estar hablando de una incansable y original colega, que con toda su sapiencia logra llegar a un público variado.
Entre sus varios libros, confiesa no tener uno preferido, porque todos tienen un significado diferente. «Cada libro responde a una constante», dijo. Uno de sus volúmenes agotados por el público es 100 preguntas sobre José Martí.
El segundo invitado, Virgilio López Lemus, dice que Francisca es una persona muy agradecida, por eso es revolucionaria por sobre todas las cosas, es creativa, no conformista y su pasión es transformadora.
Doscientos cincuenta años tiene la Historia de Cuba y ella la combina con los poemas de insurrección de las guerras del siglo XIX, sobre todo la décima, aunque no desecha los boleros. Cita un parte de algunos de ellos, anónimos y uno de Carlos Puebla titulado: «Ay, pobre mi Cuba».
El tercer y último invitado que hizo pasar el periodista y conductor Fernando Rodríguez Sosa fue a un exalumno de Francisca y que ahora, por azares de la vida, es el nuevo jefe del departamento de Historia en la prestigiosa Universidad de La Habana, Fabio Fernández Batista. Él explicó que es un reto ser el conductor de la cátedra teniendo en ella a la eminencia que le dio forma, también reafirmó que Francisca nunca dice que lo sabe todo, ella se prepara incansablemente para nuevo grupo. «Ella construye armonía y es muy maternal. Es la profesora de los poemas, como se la conoce. Y que a través de ellos evalúa», dijo.
Al finalizar el encuentro, Rodríguez Sosa le preguntó a la homenajeada qué era aquello que aún le faltaba por lograr, a lo que ella respondió: «una obra mayor».
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