Esta tarde en Salón profesional tuvo lugar la conferencia «Se busca un editor para el 2020» por José Ignacio Echeverría, presidente del GIE (Grupo Internacional de Editores) y Yaremis Pérez Dueñas, directora de la editorial Cubaliteraria.
Echeverría destacó que más que buscar un editor para 2020 habría que cuestionarse cuál va a ser el papel del editor hacia el futuro. Su intervención intentó hacer un bosquejo del panorama del libro actual.
Los canales de venta ya no son las librerías, explicó. El mayor mercado es el digital. Las nuevas casas editoriales están transformando los libros ya publicados a formato digital. La plataforma Amazon ofrece libros digitales e impresos así que la venta online se ha posicionado como una solución formidable.
También señaló la tendencia actual a la autoedición y autopublicación donde el autor costea todos los procesos y funciona como su productor. Las editoriales tradicionales tienen problemas con respecto a la logística: el papel, la impresión y distribución de los títulos. Aunque se busquen estrategias como dividir los gastos entre los títulos, para las editoriales incipientes no da resultado.
Actualmente existe una empresa distribuidora que además publica los textos enviados según la cantidad demandada con calidad óptima. Esto modifica el papel del editor, es necesario ser prácticos. Esa debe ser su proyección.
Se están cerrando las grandes cadenas de librerías y nacen otras pequeñas destinadas a un público con intereses muy específicos. La cantidad de libros que contienen las librerías digitales son imposibles de tener en ningún espacio físico. Esto obliga a ver el proceso de una manera diferente, a cambiar mentalidades y las estrategias de marketing. Cada editorial debe tener un sistema de promoción por correo electrónico que incite a los lectores a suscribirse. Hay que invertir en anuncios con un público potencial.
Los audiolibros cada día son más populares porque se pueden escuchar en cualquier parte y en menor tiempo. Los ebook van a crecer, aseguró. Hoy están en boga en muchos países del mundo. Las casas se han ido reduciendo. Los libros digitales son más baratos y estos son elementos que potencian el auge del libro electrónico.
Hoy el editor tiene que verse como un curador, un productor que busca los espacios a los que desea llegar. Ese es su mayor reto.
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