El Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano del Libro y la Editorial Letras Cubanas celebraron la jornada por el Día Internacional de la Mujer con la presentación, en el Sábado del Libro, del poemario Historia de un abrazo de la poeta, investigadora y ensayista Caridad Elvira Atencio Mendoza.
A las 11: 00 a.m , en el lobby del ICL, comenzó puntual el espacio, moderado por el escritor y editor Rogelio Riverón Morales. Por su parte, la presentación estuvo a cargo de los intelectuales: Jesús Lozada Guevara y María del Rosario Guerra, más conocida como Charo Guerra.
Esta última agradeció estar allí, al presidente del Instituto Cubano del Libro Juan Rodríguez y leyó un texto titulado: «Historia de un abrazo, la poesía como ensayo geográfico». En él expuso que este libro, compartido en tres unidades: «Árbol que no quieren ver I», «Árbol que no quieren ver II» y «La vigilia congelada», sondea asuntos del alma, del valor del ser, para ella, es la materia poética esencial de la autora.
Está la poeta, la emancipada, la madre y la hija, la que extiende los brazos y la que acoge. En este libro hay una profunda transformación lírica, Caridad retoma los límites. La función poética ha sido utilizada para defender a la madre mártir que actúa espontánea por el mandamiento del amor. Recrea episodios del día a día que están ante nuestros ojos y no queremos ver porque requiere sensibilidad, tiempo de observación, asimilación y extrañamiento. Confluyen aquí, hija, madre, esposa, mujer… Martí es la huella latente en su escritura, cuando dice: «la madre es como la patria…».
El poeta y narrador oral, Lozada, juzgó que es un texto que se defiende por sí mismo, por tanto se le hacía inútil el escrito que llevó, pues solo eran puros elogios. En su opinión —dijo― Caridad Atencio es una de las voces esenciales de la poesía cubana contemporánea. Su propuesta es un texto con una calidad poética ostensible, de versos cortos, influenciados por Martí, Lezama, Heredia, Guillén, Escobar, García Marruz, Raúl Hernández Novás; entre otros. Versos con una voz sólida y de extraña resonancia, que tiene piedad de nosotros —calificó―; pero con estilo más sajón que latino, que portan la persistencia y la trampa como recursos.
La circularidad del poemario nos hace ver nuestro perfil: el ser y el estar vivo. Es un discurso hiriente y deslumbrante, donde hay sitios de refugio: el cofre, el espejo, la carne, la oruga, el oscurecimiento. La maternidad es obligación y tragedia. El camino nupcial y sacramental abre un perfil amargo, por momentos fiel; la poesía es sonido y materia. Su generación, la de los 90, la llamada fragmentada, confluye en estos versos y hace de esa fragmentación su signo, y esto la coloca siempre ante la imposibilidad de resolver el problema que se plantea. Caridad Atencio en su última entrega editorial nos ofrece la belleza que supone Historia de un abrazo.
La autora, al tomar la palabra, dijo sentirse agradecida y satisfecha. Enumeró a los que hicieron posible esa edición. A Antonio Armenteros, por su nota de contracubierta; a la edición y corrección de Leandro Camargo, a Eduardo Fariñas y Lidzie Alvisa por el diseño e imagen de cubierta, y al vicepresidente del Instituto Cubano del Libro Juan Carlos Santana.
Argumentó que su libro tenía que ver con la mujer despojada de su condición legítima, con la naturaleza maldita del ser femenino, con los engaños oscuros de la madre que clama amor más que agradecimiento por su sacrificio. Este es el libro de la madre, que dialoga y responde, al por ella escrito, El camino a casa que es el libro del padre. Le dedicó la presentación a la memoria de su madre y a la recientemente desaparecida, poetisa afrocubana, Georgina Herrera.
Escogió para el público los poemas: «Quién dijo soy la madre», «Su pensamiento…», «He recibido mi corona de ceniza…», «Traerás…», «Cómo ser…». Leyó, también poemas inéditos dedicados a su nieta, que para ella es el futuro y la esperanza, como fueron: «Una criatura que enseñé a besar…» y «Esta niña trae en sí la ternura perdida…».
Caridad Atencio, al concluir, obsequió a cada uno de sus presentadores una flor de su ramo de girasoles.
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