Hay en Pinar del Río una escuela de poesía que, a pesar de su corta existencia, ya va reservándose un sitio en el panorama cultural del territorio. Desde su naturaleza auténtica, sin matrículas ni exámenes, la iniciativa consiguió reunir a escritores, promotores y otros especialistas de la cultura, así como a la comunidad universitaria, en el primero de sus módulos.
La presencia de la décima en Cuba, la poesía de los Hermanos Loynaz, la promoción de lectura desde las bibliotecas públicas y otras instituciones culturales formaron parte del programa, impartido por Virgilio López Lemus, reconocido poeta, ensayista y crítico literario.
Durante su visita a la provincia, López Lemus compartió con integrantes de la cátedra honorífica «Jesús Orta Ruiz», de la Universidad de Pinar del Río, y dialogó sobre promoción de lectura en el Centro de Superación para la Cultura del territorio y en la Biblioteca Provincial. Mientras, en el centro cultural Hermanos Loynaz, disertó sobre los aportes de esa familia a la literatura nacional.
Sobre esos temas, Guerrillero conversó con el destacado intelectual.
Todavía hay quien se pregunta por qué la excelsa poetisa Dulce María Loynaz escogió a Pinar del Río para atesorar parte de su patrimonio. ¿Qué piensa al respecto usted, que la conoció de cerca?
Las personas que se acercaron a Dulce María desde Pinar del Río la trataron con mucho cariño en una época en que ella estaba prácticamente arrinconada, en que solamente su vida intelectual era la Academia de la Lengua, y ella sintió el enorme placer de que algunas personas pinareñas la trataran con ese afecto y con ese reconocimiento que no estaba teniendo todavía sino que vino después, y yo creo que Pinar del Río contribuyó mucho a ello; así que lo primero fue lo afectivo, el gran cariño que ella recibió de Pinar del Río hizo que eligiera esta capital de provincia como reservorio de lo principal de su obra. Yo creo que acertó, Pinar del Río le abrió puertas a Dulce María, sus años finales de vida estuvieron llenos de Pinar del Río.
El centro cultural Hermanos Loynaz presume de contar con la editorial que más publica la obra de Dulce María y sus hermanos, todos poetas. ¿Considera necesario promocionar más la poesía de ellos?
Sí, es necesario. Las ediciones del centro Hermanos Loynaz son un aporte extraordinario a la cultura cubana, debieran estar circulando por todo el país, pero eso puede ser una sorpresa, a veces uno encuentra libros de los hermanos Loynaz, sobre todo de Dulce María, en los lugares más increíbles. A mí me parece que los hermanos Loynaz hicieron un aporte bellísimo a la cultura cubana y la cultura cubana sigue en deuda con ellos, en deuda incluso de hacer una edición más amplia de la obra de los cuatro.
Por otra parte, ¿qué opinión le merece el movimiento que hay en el territorio en torno a la décima y a la poesía, de manera general?
Pinar del Río es una de las princesas de Cuba, una de las regiones donde se goza más de la cultura popular en la décima, está por ejemplo el punto pinareño o punto vueltabajero, que reinó en la cultura cubana durante prácticamente un siglo y hoy mismo hay un grupo de intelectuales aquí de primer nivel que dignifican y exaltan la cultura pinareña dentro del contexto de la cultura cubana en general, comenzando por Nersys Felipe, Nelson Simón, Fidel Valverde y el querido amigo Alberto Peraza, por solo mencionar cuatro nombres, son muchos más.
¿Estos tiempos difíciles que vive el país, de qué manera están impactando en la poesía?
La carencia de papel es una terrible censura para los escritores y poetas, tenemos que sobrevivir, buscar medios visuales, vivir más la poesía de manera oral, puesto que no podemos publicar nuestros textos por medio del papel. Yo estoy convencido de que llegará el momento en que el papel vuelva a ser hegemónico, estoy convencido de que tiempos mejores han de venir y en esos tiempos mejores los escritores y artistas brillaremos como deseamos. El mejor brillo del escritor es ser útil.
¿Considera que esas carencias obligan a nuevas maneras de promover la lectura?
Obliga a la lectura digital. La literatura no puede estar cerrada de ningún modo a los nuevos tiempos, así como en la época de Gutenberg la literatura creció tremendamente gracias a la imprenta, ahora estamos viviendo una época en que una nueva oralidad, que es la oralidad de los medios, impulsa al escritor a volcarse a ellos. Los nuevos tiempos se imponen con sus modos de expresión.
Virgilio López Lemus es doctor en ciencias filológicas y académico de mérito de la Academia de Ciencias de Cuba. Posee la Distinción por la Cultura Nacional y la condición Maestro de Juventudes, que otorga la Asociación Hermanos Saíz, entre otros premios y reconocimientos. La escuela de poesía de Pinar del Río inauguró una cátedra que lleva el nombre del prominente investigador literario, quien dijo estar profundamente agradecido.
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Tomado de Guerrillero
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