
Con la presencia de varios escritores, directivos y trabajadores del Instituto Cubano del Libro (ICL), tuvo lugar en la mañana de este jueves en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, un nuevo encuentro para dialogar sobre las políticas y metodologías de los procesos editoriales en el país. Varios temas constituyeron eje central para brindar informaciones y debatir: principales espacios literarios, la producción de libros digitales, la venidera Feria Internacional del Libro, la programación cultural, entre otros.
Nancy Hernández Contreras, vicepresidenta del ICL, conversó sobre las recientes actividades, entre las que destacó las ferias en los centros penitenciarios, y cómo esta fue un logro al permitir el acceso a la literatura a las personas que se encuentran recluidas.
Destacó además el trabajo conjunto con la Biblioteca Nacional de Cuba y demás instituciones que intervienen en el Programa Nacional por la Lectura; la celebración del Festival Universitario del Libro y la Lectura junto a la FEU, y solicitó la ayuda de los escritores presentes para el 25 de noviembre, cuando se recordará un nuevo aniversario de la muerte del líder histórico de la Revolución. Mencionó las actividades por la Jornada Triunfo que comienza el 2 de diciembre con la presentación del libro digital Historia del Pensamiento Cubano, de Alicia Conde, en el espacio del Sábado del Libro; y por último, la Jornada Leer la Historia, que cierra, además el año, celebrando el aniversario ¿? del triunfo de la Revolución cubana. Por último, hizo énfasis en los sábados del libro del mes de enero, que serán únicamente virtuales, aunque se prepara actualmente una gran actividad para homenajear la figura de Martí, el 27 de enero.
Hernández Contreras recordó las convocatorias de los Premios Nacionales y de la Crítica Literaria.
Yaremis Pérez, directora de Cubaliteraria, explicó la conformación del Plan nacional de desarrollo del libro digital en Cuba, los principales objetivos y las futuras proyecciones para la nueva Feria. Presentó además Libro Cubano, la nueva librería virtual del Instituto Cubano del Libro, un espacio para que las editoriales comercialicen y distribuyan su producción y, sobre todo, una nueva forma de alcance a través de la lectura. Dialogó además sobre el trabajo que viene realizando la Editorial con el Portal y las publicaciones, los planes editoriales y el proyecto Cuba Digital, y cómo marca una pauta para las instituciones que se suman a este nuevo hacer. Por último, hizo énfasis en la promoción como parte del proceso editorial, y a valorar en todo su concepto, independientemente del formato.
El poeta Waldo Leyva señaló que se debe hacer énfasis en la figura de Heredia, por la importancia para los cubanos de su obra, y vincularla además con otras manifestaciones como el teatro.

Iyaimí Palomares, directora de la Cámara Cubana del Libro, explicó de manera general cómo será la celebración de la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana en 2024: el retorno a la Cabaña como espacio principal, las dedicatorias, el país invitado de honor, la temática, los principales eventos y espacios habituales y las instituciones que funcionan como subsedes. Destacan el Encuentro regional de libreros, el Foro de negocios, las nuevas aulas de lectura del proyecto Tesoro de papel en colaboración con el MINED, y la garantía de que en cada sala puedan ser presentados libros en cualquier formato.
Por su parte, el presidente del ICL, Juan Rodríguez Cabrera, conversó sobre el gran esfuerzo que realiza el Instituto para tratar de garantizar el cumplimiento de las actividades, funciones y metodologías que le corresponde. Centró la atención en las dificultades por las que atraviesa el país pero que no deben frenar la producción y promoción de la literatura cubana.
El escritor Jorge Ángel Hernández comentó sobre los factores externos que no debemos olvidar y que afectan sin dudas la industria editorial como el bloqueo y la política hostil contra Cuba. Destacó la importancia del trabajo de la Editorial Cubaliteraria para marcar el camino en esta tarea, con la creación de la tienda como espacio de comercialización, y en el rescate del Círculo de la Crítica para la salud de la producción editorial.
El escritor Rafael de Águila comentó acerca del beneficio que tiene el país al contar con 185 sellos editoriales, y la calidad de las presentaciones de libros, que superan muchos espacios internacionales. Contó además su experiencia reciente en Baire, donde fue invitado a un evento y conoció sobre el Premio Literario Patria Chica que han creado. Llamó la atención sobre el financiamiento del Premio y cómo involucran a todos los factores institucionales y particulares interesados en apoyar la cultura local y nacional. Hizo un llamado a valorar ese tipo de esfuerzos a favor de la promoción de la historia y la literatura.
De Águila hizo énfasis en la importancia de este tipo de encuentro tan importantes para que los escritores conozcan qué está haciendo el Instituto y sus editoriales y las dificultades esenciales que enfrenta.
Alberto Marrero, presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, llamó la atención sobre la comunicación de la próxima Feria para visibilizar la mayoría de las presentaciones, géneros y autores y sobre todo la diversidad y riqueza de actividades. «Guiar la cámara para que se muestre una comunicación integral», explicó.

Jorge Ángel Hernández apoyó este comentario, e instó sobre todo a buscar estrategias mejores para comunicar lo que hacemos.
La escritora Basilia Papastamatíu refirió que muchos piensan que se priorizan los libros políticos, que es totalmente falso, por lo que sugirió hacer conciencia sobre eso. Centró su atención en la torcida manera en la que se ve la crítica, pues muchas veces los que son reseñados toman la crítica como un ataque personal, y eso propicia muchas veces batallas vergonzosas en espacios públicos. Esperan que los críticos escriban sobre ellos, y no sobre los excelentes libros de otros. La crítica necesita renovarse, hay espacio, pero falta la crítica consciente y formal, y real, bien escrita y pensada. «Necesitamos críticos muy honestos y responsables», sentenció.
El historiador Alberto Prieto, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas, se refirió a que cada escritor ve como privilegiado al otro. El que escribe de Ciencias Sociales cree que se publica más poesía. Y viceversa. En el mundo de las universidades hay un enorme potencial que no se explota, afirmó, y llamó la atención a hacer uso de ella. A su vez recomendó al ICL descubrir los potenciales creadores que se pueden sumar a las publicaciones de las editoriales, y así publicar temas políticos por la lucha actual.
¿Cómo evitar que la crítica se destruya? ¿Cómo lograr que sea constructiva? No lo sé, pero hay que averiguarlo, concluyó Prieto.
Por último, Juan Rodríguez Cabrera, agradeció la presencia de todos y el diálogo que se estableció de manera coherente y respetuosa. Reconoció todo lo que aún queda por hacer y el gran reto al que nos enfrentamos para superar los obstáculos económicos y sociales del país. Y reiteró el llamado a la unidad y responsabilidad de las instituciones culturales ante los procesos honestos y la defensa de la cultura cubana.
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