Entre valoraciones de la obra y el contexto histórico que le tocó vivir al escritor cubano José Lezama Lima (1910-1976), fue presentado su volumen de poesía Enemigo rumor (1941) en el espacio sábado del libro de la Casa de Cultura 20 de octubre de Bayamo, que conduce el narrador y promotor cultural Erwin Caro Infante.
Reeditado por la Colección Sur Editores en 2018, bajo la dirección del poeta Alex Pausides, con el auspicio del Instituto Cubano del Libro, el Festival internacional de Poesía de La Habana y el Movimiento Poético Mundial, llega al público bayamés en la voz de la poetisa y ensayista Amarilis del Carmen Terga Oliva, quien es capaz de desmenuzar los intríngulis del misterio Lezamiano al más reacio de los oídos, a la más pétrea de las almas.
El volumen menudo con cuatro decenas de poesías donde predomina el soneto, compartidos en tres capítulos, son, al decir del prologuista Enrique Saínz, «páginas de intensidad desconocida en las letras cubanas de cualquier época, con la única excepción de José Martí, su maestro y precursor en la grandeza y fuerza de su escritura».
En las obras hay un diálogo espontáneo con la cubanía y a su vez la muestra de universalidad que solo Lezama y su inconmensurable mundo espiritual puede lograr, donde hace puntos de contacto, por las tonalidades secretas y pulidas, los linajes artísticos y la estirpe, con los más encumbrados poetas ingleses, franceses, españoles, liberándose ya del romanticismo que le antecede, adentrándose en el movimiento vanguardista.
El ensayista y prosista por excelencia no deja pasar de largo la poesía, muestra sus conocimientos firmes de la métrica española y nos deja sus largos versos, dedicados lo mismo a los santos católicos que a los dioses grecolatinos, en una fusión del cuerpo poético donde palpita la lirica transgresora, inspiradora a las nuevas generaciones de poetas que le suceden.
Terga Oliva resalta en la presentación cómo Lezama construye el discurso «de manera plástica, visual, muy hermoso», señala la también poetisa y ensayista bayamesa.
Para quien la indagación, el periodismo y la investigación profunda no fueron ajenos, y dejó destacada obra literaria en el ensayo y la narrativa, donde plasma los estudios de la expresión americana, el comienzo poético fue tan temprano como en 1920 con el conjunto Inicio y escape, que nunca publicó.
De los códigos surrealistas de Enemigo rumor, aunque hacen a Lezama un hombre aún más misterioso, brotan versos fruto de vivencias que hacen florecer emociones yuxtapuestas a la imaginación pródiga del cubano. Los sonetos, indican el dominio de la técnica, y en ellos plasma el extenso universo cultural lezamiano que nos hace ver paisajes desconocidos.
La poesía como sustancia, como elixir de la existencia misma se presenta en el volumen. El poeta, un hombre de vanguardia, contagia y tiene la sensibilidad de lo caribeño, así se presenta a nuevos y viejos lectores que pretenden abrir las puertas de la obra lezamiana.
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