En la ceremonia, que se desarrolló en la Casa de la Amistad, se entregó el Premio Nacional de Radio por la Obra de la Vida a Nersis Teresita Felipe Herrera, escritora y narradora, y a José Gabriel Ramírez Cal, locutor, guionista y director de programas.
Ramírez Cal, quien lleva más de seis décadas en la emisora CMHW, de Villa Clara, evocó los comienzos de la radio, la cual transitó de los modos artesanales de creación hasta tener actualmente 100 estaciones distribuidas por todo el país y con presencia en el escenario digital.
Para este artista de la palabra que da voz a las Parrandas del centro norte de Cuba, Luis Casas Romero, el padre de la radiodifusión en el archipiélago no solo legó el nacimiento del medio, sino que dio a conocer a la primera mujer locutora: Zoila Casas.
Felipe Herrera, por su parte, agradeció a la emisora pinareña Radio Guamá por proponerla para este gran reconocimiento.
Soy escritora porque primero fui una mujer de radio, aseguró la también merecedora del Premio Nacional de Literatura.
La Unión de Periodistas de Cuba otorgó el premio Guerra mediática contra Cuba a la obra «Están mintiendo en nombre de Dios», de la autoría de los periodistas Bárbara Betancourt, Arleen Rodríguez y Reiner Duardo.
Esa organización entregó, además, los premios del Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio al reportaje radial «La Guabina afectada por el ciclón» y al testimonio «Hombres valientes frente a las llamas», ambos trabajos del periodista Antonio Jesús Matos, de la emisora Radio Rebelde.
La Dirección Nacional de la Radio Cubana reconoció la labor de los técnicos de transmisión al laurear con la condición de Técnico de Tercer Nivel a Ernesto Orlando Menchaca Sardiñas, de Radio Reloj.
También se galardonó con la Distinción Nueva Generación al periodista Yoany Duardo, de Radio Reloj; Liuba Moreno, directora de Radio Rebelde, y Yusley Izquierdo, Radio Guamá.
Con el Mérito Periodístico se alzaron Percy Francisco Alvarado Godoy, del Centro de Monitoreo de la Radio Cubana; Omar Echevarría Rodríguez, de la Emisora Radio Cadena Habana y Antonio García Acuña, de Radio Reloj.
El Sello 100 años de la radio en Cuba lo merecieron Midiala Fuentes Águila, Oneida Hernández, Ana Margarita Gil, Alberto Ajón, Israel Danilo, Miguel de Jesús Ojeda, Alberto Creo, Marianela Samper, Yudelsis Longchong, Odalys Viera y Yoel Lugones.
José Antonio Guerra García y Alfredo Zamora Mustelier, Alejandro Pérez, Mairym Palmero, Julio Ramón Pita, Alejandro Vicente García y Julio Gerardo Hum recibieron la Distinción Micrófono de la Radio.
Ese sello se le entregó de manera especial a Waldo Ramírez de la Rivera.
Guillermo Pavón Pacheco y Onelio Castillo Corderí obtuvieron el Sello Dorado por el centenario de la Radio Cubana.
Presidieron el acto Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe del Departamento Ideológico; Alfonso Noya Martínez, presidente del Instituto de Información y Comunicación Social, y Yuzaima Cardona Villena, directora general de la Radio Cubana.
El 22 de agosto de 1922 la emisora 2LC de Luis Casas Romero, patriota y músico, realizó su primera transmisión, colocando a Cuba entre los primeros países de América Latina en contar con ese medio de comunicación.
A lo largo de 101 años, la radio en la mayor de las Antillas se ha dedicado a educar, entretener e informar al pueblo desde su programación.
Palabras leídas por la Premio Nacional de Radio 2023, Nersys Teresita Felipe Herrera, en la entrega del principal reconocimiento que otorga la Radio Cubana a sus creadores por la obra de la vida.
Lo primero, agradecer.
A los agradecidos, dicen, les crece el alma.
Si eso es así, no sé qué pasará con la mía.
Y es que hoy tengo tantas gracias que dar.
Al Consejo de Dirección de Radio Guamá, nuestra emisora, la de Pinar del Río, por haberme propuesto para el Premio Nacional de Radio luego de leer mi hoja de vida, el sincero y rico elogio de Luis Hidalgo Ramos y las favorables opiniones de aquellos que conmigo trabajaron.
Y a la Dirección Nacional de la Radio Cubana por decidirse, convencida y gustosa a darme este premio grande en su cumpleaños ciento uno y en el cincuenta y cinco del Grupo Dramático de Radio Guamá, del que fui fundadora y en el trabajé cuarenta años.
Lo recibió también, en la CMHW de Santa Clara, José Gabriel Ramírez Cal, la mejor voz radial masculina del centro del país y de las famosas y por todos amadas parrandas que bailan, cantan, brillan, carrocean, farolean, pleitean y se amigan para que nuestro premiado las narre, y para que así, narradas y grabadas, la magia popular y cubanísima de su alma se conserve. Y es tal la maestría del narrador, que lo conservado no solo se oye sino que también se ve. Vive encantado en Camajuaní, e igualmente encantado en Santa Clara, porque frente al parque Vidal y a sus totíes, está la emisora CMHW, su otra casa.
Otras meritorias personalidades pudieron haber sido las premiadas. Duro trabajo el del jurado. Difícil decisión.
Cuando me dijeron del premio, no lo podía creer, el corazónn me dio un vuelco y tanta fue mi alegría, que me olvidé de los no tengo, de los no sé qué voy a hacer, de mi cara en el espejo, ay, qué viejita me he puesto, y fue solo el premio, solo él.
Y enseguida, las instituciones celebrándome, la gente diciéndome linduras en mi casa, por teléfono, por las redes, con palabras de poeta, con las llanas de cada día, dándome con ellas amor e ignorando tal vez que cuando el amor nos llega en la «edad alta», nos hace lo mismo que un riego de agua fresca le hace a una matica a punto de marchitarse.
Como José Gabriel, hice casi de todo, primero en la CMAB, luego en Radio Guamá, y llegué a hacerlo bien gracias a aquellos que me enseñaron y por lo mucho que trabajé.
Maestra de niños locutores fui; de jóvenes que soñaban ser actrices, actores; y en la mesa de ensayo del dramático consejera de los que ya lo eran y me pedían ayuda. Trabajé a conciencia, sin parar trabajé, y disfruté mi trabajo como disfrutan del amor, y también sin parar, los enamorados. Como José Gabriel. Y no olvido que armé el primer libro de mi vida con los poemas que escribí para los guiones de Tardes Infantiles. Otros libros vinieron, otros más, el mundo de la literatura se abrió ante mí y a mis labores radiales se unieron las literarias.
Adapté novelas y cuentos míos para la radio, y hace poco, tres semanas a lo más, y luego de 23 años de jubilada, narré cinco de mis cuentos para una aplicación digital, no vendible, auspiciada por la AHS de Pinar del Río y para niños pequeños. Salí feliz de la grabación, como si caminara sobre nubes y sin que me importara haberme equivocado un montón de veces.
Ahora quiero presentarles, como si estuvieran aquí, a dos extraordinarios trabajadores de Radio Guamá.
A Jesús Benítez Rubio, maestro de locutores, y a Elina Pelegrí Trujillo, maestra también y una de las voces femeninas más hermosas que he escuchado.
Premios Nacionales de Radio los dos: 2008 y 2018.
Para tomarnos de las manos.
Honrarlos por sus premios.
Y para dedicarles el mío.
Me falta otro y necesario agradecer y es para ustedes.
Para los que están en esta sala acompañándome, contentándose conmigo, escuchándome.
Eso vale mucho para mí.
Y a decir en la despedida lo que tantas veces he dicho, lo que no me canso de decir, que soy escritora porque primero fui una mujer de la radio.
Muchas gracias.
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Tomado de la ACN
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