El espacio vespertino de este lunes fue dedicado a un grupo de narradoras, cuyas obras han sido publicadas por Ediciones Unión, y tuvo como contexto idóneo la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), subsede de la 29 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana FILH 2020.
Dicha actividad se estructuró en forma de panel, moderado por la escritora Lourdes de Armas, e integrado por la poetisa y escritora Marilyn Bobes; doctora Leidi Fernández de Juan; la escritora Olga Marta Pérez, directora de Ediciones Unión; la narradora Mylena Fernández Pintado; la poetisa y ensayista Nara Manzur y el traductor italiano Alessandro Oricchio.
De acuerdo con el criterio de los ponentes, las obras literarias presentadas en ese contexto narrativo podrían clasificarse como cortometrajes llevados a la palabra escrita en forma de relatos cortos. Desde una óptica objetivo-subjetiva por excelencia, las autoras reflejan no solo las relaciones familiares e interpersonales que se establecen en el seno del núcleo fundamental de la sociedad, sino también la realidad histórico-social de la época en que dichas obras vieron la luz de la publicidad.
Entre otras cosas de puntual interés, señalaron que este panel deviene por la consecuencia lógica de la labor sistemática realizada —desde la década de los 90 de la anterior centuria— por las narradoras insulares, llevada a su producción intelectual y espiritual, y dada a la luz de la publicidad por Ediciones Unión.
En opinión de los expositores, los valiosos aportes a las letras tropicales de esas escritoras están permeados por el humorismo; y por otra parte, los signan —básicamente— la lucha frontal contra la violencia hacia las mujeres y las niñas, flagelo que lamentablemente padece la sociedad cubana, aunque —por suerte— en menor escala que en otras naciones latinoamericanas, acotaron.
Según los panelistas, las mujeres no solo saben lamentarse de su condición, sino también son capaces de mostrar su enorme capacidad de resiliencia, o sea, el coraje para levantarse y vencer las dificultades de todo tipo que se les presentan mientras escriben su leyenda personal, y en consecuencia, salir airosas de ese combate, muchas veces silencioso o silenciado desde la vertiente mediática.
Eso es, en esencia, lo que recoge la literatura feminista o escrita por mujeres, la cual goza hoy de perfecta salud en el archipiélago cubano.
En ese contexto, fueron presentados relatos cortos, novelas y antologías, caracterizados —en lo fundamental— por los disímiles valores éticos, estético-artísticos, humanos y espirituales, que el lector podrá descubrir en esos materiales, devenidos expresión legítima de la literatura hecha por mujeres cubanas contemporáneas.
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