El 3 de marzo de 2020 falleció y este 19 de julio de 2021 conmemoramos el centenario de su natalicio. Quiere decir que vivió 98 años, casi un siglo. César, con familiaridad, admiración y respeto le llamaron. Su nombre completo: César Augusto García del Pino, uno de los más notables arqueólogos cubanos del siglo XX e inicios del XXI.
Tuve el honor de conocerlo en mis tiempos de editor de la revista Mar y Pesca, que lo contaba como el más ilustre de sus colaboradores. Con sus alrededor de 90 años, allí se aparecía César para entregarnos una colaboración periodística que para el equipo de Redacción de la revista constituía un honor. Con su andamiaje físico delgado mas no frágil, sin gota de grasa, César subía la escalera y se sometía al «examen» de los curiosos que, por un instante, dejaban a un lado la labor para echar un vistazo curioso o conversar brevemente con quien era ya, y desde buen tiempo atrás, una leyenda viva de la arqueología y la investigación en Cuba, premio Nacional de Historia (1999), Internacional Fernando Ortiz (2009) y Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas (2012), amén de máster en Ciencias Arqueológicas de la Universidad de La Habana, porque César fue tan sencillo, tratable y receptivo como suelen ser las grandes personalidades de las diversas ramas del saber.
Pero sucede que si no bastara lo anterior, Del Pino es acreedor de la Distinción Por la Cultura Nacional, de la Réplica del Machete del Generalísimo Máximo Gómez y de la Orden Félix Varela de Primer Grado, lauros que reconocen la obra y el mérito de este incansable historiador-escritor que durante años se desempeñó como asesor del Gabinete de Arqueología.
Sin embargo, es ya hora de decir que César fue además un excelente periodista divulgador de las ciencias, provisto de sagaz olfato para escribir acerca de aquello capaz de atraer al lector y despertarle el afán del conocimiento, por lo que sus artículos eran plato fuerte en toda publicación.
Hombre de trabajo y amante de la investigación de campo, César García del Pino elaboró una bibliografía en la que se cuentan los libros El Corso en Cuba, al que sucedería El libro de los escribanos cubanos de los siglos XVI-XVII y XVIII. También dos volúmenes imprescindibles: recopila y selecciona, con el título Documentos para la historia colonial de Cuba y Nuevos documentos para la historia colonial de Cuba dos textos extraordinarios, ambos resultantes del trabajo mancomunado de investigación junto a su compañera en la vida, la paleógrafa Alicia Melis Cappa.
Haciendo un poco de historia y rebobinando hacia atrás, César publicó su primer trabajo en la Revista Lux en 1946 —tiene el autor 25 años— con el título «¿De dónde procedían los siboneyes?», presentado con motivo de su participación en el IV Congreso Nacional de Historia. Se abre así el camino para otras colaboraciones que serán acogidas en las páginas del Boletín de la Sociedad Espeleológica de Cuba, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Universidad de La Habana, Revolución y Cultura, Anuario del Centro de Estudios Martianos, Bohemia, Boletín Numismático, Archivo Hispalense… Y también de otras de mayor circulación y más diverso espectro de lectores, como es el caso ya citado de la revista Mar y Pesca.
A la Universidad de La Habana llegó en 1949 para estudiar Arqueología de Cuba e Historia de España. Son años que demandan su definición ciudadana, y en 1956 lo colocan del lado del Movimiento 26 de Julio, junto a la juventud opositora. Después del 1ro de enero de 1959 se licencia en la especialidad de Diplomacia (1962-1963) y en adelante trabaja en el Ministerio de Relaciones Exteriores; en calidad de asesor histórico participa del XVI Período de la Asamblea General de la ONU, en momentos decisivos.
Comisionado por el Banco Nacional de Cuba realizó investigaciones históricas en el British Museum y en la Public Record Office de Inglaterra, en el Archivo Nacional de Francia, en el Archivo General de Indias, en el de Protocolos de Sevilla, en el Museo Naval de Madrid y el Museo Histórico Nacional de España.
Tal es, grosso modo, el expediente del «viejecito» que ágilmente sube las escaleras y deposita veinte años atrás, en la Redacción de Mar y Pesca, para ser más exactos en las manos de quien ahora escribe, una colaboración sobre arqueología subacuática, el mismo cuyo centenario nos honramos en celebrar este 19 de julio.
Foto tomada de Ecured
Visitas: 101
Deja un comentario