
Esteban Borrero Echeverría (Camagüey, 26 de junio de 1849- Pinar del Río, 29 de marzo de 1906). Fue médico, pedagogo, poeta, narrador y mambí. Importante figura de las letras en Cuba en el período de transición del siglo XIX al XX. Padre de las poetisas Juana, Dulce María y Ana María.
Durante la Guerra del 68, llegó a ser jefe de servicio de avanzada, capitán y más tarde coronel. También fundó dos escuelas. Después de la guerra se ganó la vida como zapatero y panadero. Fue cofundador de la Sociedad de Estudios Clínicos y de la Sociedad Antropológica. Luego del estallido de la Guerra del 95, se vio obligado a emigrar a Estados Unidos donde ejerció como farmacéutico, médico y maestro, y donde dirigió la Escuela del Club San Carlos, de los emigrados cubanos.
En el exilio, fue nombrado delegado del Partido Revolucionario Cubano y ministro del gobierno de la República en Armas en Costa Rica y El Salvador. En el contexto de la República, Borrero se desempeñó como catedrático de Anatomía, de Psicología Pedagógica, Historia de la Pedagogía e Higiene Escolar en la Universidad de La Habana. Tuvo una función importante en la dirección de publicaciones científicas como Crónica Médico Quirúrgica de la Isla de Cuba, Boletín de la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba y la Revista de Ciencias Médicas de La Habana.
Su autobiografía fue publicada, en 1906, en la Revista de la Facultad de Letras y Ciencias de la Universidad de La Habana, de cuyo consejo de redacción formó parte. Su narrativa se caracterizó por su carácter reflexivo, escéptico y pesimista, donde abundan las indagaciones psicológicas, las evocaciones y los enfrentamientos de ideas con la finalidad de entender las conductas del género humano. Este interés, a su vez, lo llevó a recurrir a la sátira, así como a los elementos simbólicos y alegóricos. Entre sus obras aparece su poesía «De lo más íntimo», la cual da fe de sus convicciones. En ella consta este verso:
Y hasta el fin seguiré
no se vuelve al deber la espalda.
Cuando ya se ha empeñado la lucha
hasta el fin se aguarda.
Además, es reconocido como autor de la primera concepción moderna del libro de cuentos en Cuba: Lectura de Pascuas (1899) y se le considera uno de los precursores del Modernismo latinoamericano. Su interés por la docencia y la educación se evidencia al lograr, junto a Enrique José Varona, su libro El amigo de los niños, que durante mucho tiempo fue texto de lectura de la Enseñanza Primaria. En este libro escribió:
Es necesario educar instruyendo. En otras palabras, es necesario despertar, fomentar y dirigir por modo simultáneo las capacidades intelectuales, y las que arrancan de la sensibilidad moral.
Fundó y dirigió El Colibrí y fue redactor de El Oriente y El Triunfo. Colaboró en la Revista Cubana, El Fígaro, La Habana Elegante y la Revista de Cuba. Dejó inconclusa su novela «Aventuras de las hormigas», un tomo de poemas, trabajos de medicina y pedagogía.
Esteban Borrero era un hombre de excepcional talento, notable como hombre de ciencia y de letras. Nacido en cuna pobre, solo a su voluntad, constancia e inteligencia debió su ascenso intelectual. Tomó parte en la guerra del 68 y en la del 95. En la primera alcanzó el grado de coronel, en la segunda, desde la emigración, prestó servicios a la Patria. Fue maestro, tenedor de libros, poeta, cuentista, ensayista, zapatero, panadero, farmacéutico y Licenciado en Medicina y Cirugía.
Ya en el ocaso de su existencia —a los 68 años de edad—, decidió privarse de la vida el 29 de marzo de 1906, posiblemente abrumado por el dolor de pérdidas familiares (sus hermanos Manuel y Elena, y su hija menor Juana). Sin embargo, queda su obra como ejemplo de hombre útil y virtuoso.
Visitas: 50
Deja un comentario