Billiken cumpliría este 18 de mayo 146 años, pues nació en igual fecha en 1878. Y el suceso no tuvo lugar en Cuba como seguramente espera el lector, sino en Bogotá. Pero no hay que apresurarse, vayamos partes.
Félix Callejas utilizó un seudónimo, Billiken, por el cual se hizo familiar a los lectores unas cuantas décadas atrás. La sátira y el humor le caracterizaron, y también el oficio periodístico. Así alcanzó notoriedad y es por ello que al cabo de tanto tiempo transcurrido aún su nombre nos resulta conocido.
Callejas fue poeta, escritor para los niños y para el teatro, cuentista, pedagogo, y aunque solo publicó tres libros —Vibraciones, en 1903; Vox patriae, en 1908, y Arreglando el mundo, en 1914— ha dejado una huella en el contexto del mundillo intelectual cubano de los primeros 40 años del siglo XX.
Vox patriae, un largo poema, es descargo no exento de interés, al menos por la apreciación de su autor acerca de acontecimientos importantes que marcan la historia nacional. Véase este fragmento:
¡Si sospechó la América en aquella mañana
cuando vibró el acento de Rodrigo de Triana
todo lo que decía aquel grito de —Tierra!,
prendiendo sus volcanes, desbordando sus ríos
y lanzando sus hombres salvajes y bravíos,
debió haber contestado con un grito de guerra!
Hordas de aventureros en disgregada tropa
llegaron a tus playas de la lejana Europa,
y de los pobres indios sobre las heredades,
derribando las chozas de los viejos behiques
y los amplios caneyes de los nobles caciques,
erigieron castillos, levantaron ciudades…
Su poesía —escribió José Manuel Carbonell—, honda, conmovedora, emotiva, casi siempre ataviada de severo ropaje, denuncia al soñador melancólico y reproduce a maravilla, como en un espejo moral, los paisajes románticos de su espíritu.
Nacido en Bogotá por accidente, pues sus padres eran cubanos, los estudios los hizo en La Habana. Ejerció la docencia en la Escuela Normal, y desempeñó relevantes cargos en la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Fundó la revista Cuba Pedagógica, junto a Miguel de Carrión y La Edad de Oro, destinada al público infantil y fue, además, copropietario de otra revista para los pequeños: Primavera.
Pero Félix Callejas colaboró también en publicaciones como El Fígaro, Cuba y América, Letras y Revista de agricultura, comercio y trabajo. De esta faceta periodística se recuerda de manera especial su sección humorística «Arreglando el mundo» (después reunida en forma de libro) que firmaba con el seudónimo Billiken, la cual estuvo apareciendo por espacio de alrededor de 20 años en los diarios La Prensa y El Mundo.
A la altura de 1929, Callejas fundó el semanario satírico que nombró Billiken y acentuó su popularidad.
Menos conocido es que escribió el libreto de una película de propaganda, El soldado Juan, en 1920 y también una comedia, Ama de casa.
Perteneció en condición de miembro fundador a la Academia Nacional de Artes y Letras.
Félix Callejas murió en La Habana a los 64 años, el 22 de marzo de 1936. Nos resulta muy grato evocarlo.
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Ver también Una revista para la educación: Cuba Pedagógica
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