Concluye la edición 31 de la Feria del Libro en la provincia, un evento que desde el punto de vista comercial logró más del 300 % de lo planificado y con precios desde cuatro hasta 70 pesos. Lo económico en convergencia con todas las dimensiones de la cultura es insoslayable para un proyecto mayor.
Yunielkis Naranjo Guerra, director del Centro Provincial del Libro (CPLL), concluyó: «Nos queda mantener en alto lo hecho hasta ahora, continuar trabajando para posicionar a nuestra ciudad como creativa en la literatura, que no es más que fomentar el interés por la lectura en niños, adolescentes, jóvenes y adultos, porque, como dijera Silvio Rodríguez: Solo el amor alumbra lo que perdura».
El resumen de ingresos en cifras indica lo siguiente: de un plan de ventas de 400 000 pesos recaudaron 1millón 652 566. Si se desagregan, las librerías aportaron 1millón 274 021, mientras que por la gastronomía contaron 378 545.
La gestión de oferta, con variedad y calidad, figura entre los rasgos de las ferias de los últimos años en el territorio, a pesar de la limitada cartera de opciones por la crisis de la poligrafía nacional; no obstante, el CPLL sale al encuentro de los títulos y estrecha relaciones en el país por algo también fundamental en el ámbito empresarial: no tiene deudas con ninguna editorial.
En ese sentido, en el discurso de clausura, Naranjo Guerra insistió en resaltar a sus trabajadores, por el sentido de pertenencia, la voluntad de atender al público con la especialización adecuada y eso implica ampliar los conocimientos culturales y literarios, por eso, enfatizó: «estamos satisfechos con todos, somos más que un colectivo, una gran familia».
El concierto de cierre, previsto con el cantautor Diego Gutiérrez y su banda en el Casino Campestre, fue cambiado de lugar debido al retraso en el viaje por el cierre de la vía en un tramo de Ciego de Ávila, a causa de un accidente; no obstante, se movió a la noche de este domingo en la Universidad de Ciencias Médicas.
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Tomado de Adelante
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