El emblemático intelectual cubano Roberto Fernández Retamar, recientemente fallecido, fue homenajeado en el Sábado del Libro que tiene lugar mensualmente en la ciudad de Matanzas, organizado por el Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés, de este territorio.
En este espacio se le concedió a Retamar, de manera póstuma, la distinción “El Libro Alto”, con la que el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Matanzas distingue a personalidades con relevantes aportes a la cultura, en especial a las letras.
Randy Perdomo, director del Centro Milanés, dijo a Cubaliteraria que “para Cuba, y para el mundo, resulta vital el legado de Retamar, poeta, ensayista, martiano, editor, director de Casa de las Américas, y con un pensamiento que está sin dudas entre los más lúcidos de nuestra contemporaneidad, y, en espacial, entre los más humanos”.
Laidi Fernández de Juan, hija de Retamar, agradeció el reconocimiento e hizo énfasis en que este gesto de Matanzas hacia su padre, gesto de respeto, de fervor, se correspondía con los vínculos emocionales y de diversa índole que lo mantenían “a él y a toda nuestra familia muy próximos a esta ciudad, a esta provincia, que tiene mucho que ver con nosotros”.
“La última vez que mi padre estuvo aquí, recuerdo que le concedieron una distinción [Premio Literario Honorífico Fundación de la Ciudad de Matanzas], y fuimos a la Ermita de Monserrate, donde él dio un recital poético memorable. Para mi sorpresa él le dedicó ese recital, y el propio reconocimiento, a la memoria de su padre, José Manuel Fernández Roig, que nació en Jovellanos, un municipio matancero”.
Como parte de este yumurino Sábado del Libro, se puso en manos de los lectores el cuaderno Cinco poemas griegos, el cual, preparado por Ediciones Boloña, y de la autoría de Roberto Fernández Retamar, fue presentado por la joven escritora y periodista Lianet Fundora.
Según ella, este es un cuaderno muy singular, a partir de la manera en que el poeta establece diálogos, puentes de ida y vuelta que conectan a la riqueza de la cultura occidental con la contemporaneidad, en un proceso en que se fecundan, se iluminan mutuamente.
Por su parte, Laidi Fernández de Juan reveló que “Cinco poemas griegos le gustaba mucho a él; él idolatraba al mundo helénico, al que reverencia desde Cinco poemas griegos, el cual, por otra parte, como objeto, es muy hermoso”.
En este Sábado del Libro de Matanzas también se presentó el volumen de crónicas La Habana nuestra de cada día, el cual, igualmente preparado por Ediciones Boloña, de la autoría de la propia Laidi Fernández de Juan, alcanzó el Premio Nacional de la Crítica Literaria 2018.
Al comentar sus impresiones sobre este título, el joven narrador Raúl Piad dijo que eran textos “muy atípicos”, en los que, si bien se tenía a La Habana como telón de fondo, se expresaban realidades, sucesos, dilemas que trascendían a toda Cuba, los cuales están contados de una manera exquisita, muy claros, y además con diversos ángulos, muy duros a veces, o con toques irónicos o humorísticos, en general muy humanos.
Otro momento especial de este espacio lo propició la editora argentina Graciela Ramírez, al compartir la importante publicación alternativa Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo: el número 160, correspondiente a diciembre de 2020, donde se habla de Argentina, de la vuelta al poder de las fuerzas progresistas, entre otros temas; y un suplemento especial, de la misma fecha, concentrado en Bolivia, en el golpe de Estado contra Evo.
El Sábado del Libro, que tuvo lugar en las afueras del Cuartel de Bomberos de Matanzas, en la céntrica Plaza de la Vigía, es un espacio que ha sido rescatado recientemente por el Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés.
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