El apellido Brontë, más si lo acompaña algún nombre de mujer, es asociado enseguida con lo mejor de la literatura inglesa y universal, gracias a los legados de tal patronímico. Las hermanas Charlotte, Anne y Emily escribieron en sus cortas vidas algunas de las obras más reconocidas del parnaso mundial de las letras. A una de estas creadoras, Emily, y a su única novela, Cumbres borrascosas, dedicaremos estas líneas. Para regocijo de los lectores cubanos, la Editorial Arte y Literatura prestigia su seguida Colección Huracán con la reciente publicación de ese título.
Algunos escritores y artistas, sobre todo los que logran trabajos trascendentes, son a veces dignos muestrarios de vidas desgraciadas. Pareciera que alguna entidad divina, luego de otorgarles un sobresaliente talento, quisiera entonces cobrar un diezmo en felicidad como pago de tales dones. Emily Brontë es uno de esos casos.
Nacida quinta entre seis hermanos, la muerte, en especial a causa de la tuberculosis, se cebó en su familia como terrible ángel exterminador. Durante su infancia, Emily perdió a su madre y a dos de sus hermanas. Más adelante, tendría la dura cruz de cuidar a su hermano Patrick Branwell, víctima de un alcoholismo feroz y del consumo de opio hasta que muriera en septiembre de 1848. Un fuerte resfriado, contraído en el propio entierro, degeneró en tuberculosis y cobró la vida de la escritora en diciembre del mismo 1848. Sus hermanas Anne y Charlotte, tampoco tuvieron largas vidas. La primera murió en 1849, apenas con 29 años, y la otra en 1855, con 38, ambas víctimas también de la tisis.
En plena era victoriana británica, donde los prejuicios hacia la mujer eran pan diario, al inicio las hermanas utilizaron seudónimos al publicar sus textos. Cumbres borrascosas, editada en 1847, vio la luz bajo el nombre de Ellis Bell. La obra, inicialmente criticada y hasta incomprendida debido a su peculiar estructura y otros experimentos escriturales, logró, sin embargo, el reconocimiento universal con el paso de los años.
Desde entonces, el rústico y malvado Heathcliff, los Earshaw, los Linton y sus historias de odios, venganzas y amores, han ocupado un merecido sitio en el invaluable respeto y gusto de los lectores. El público cubano, adaptado a codearse con los clásicos, no ha sido la excepción. De hecho, Cumbres borrascosas se ha editado varias veces en Cuba. No obstante, la última, de 2002, distaba ya en el tiempo y la obra merecía otra salida al ruedo.
Esta nueva publicación de Arte y Literatura trae también regalos adjuntos. Un esclarecedor y poético prólogo de Pablo Armando Fernández pues se introduce en análisis de contextos y conceptos, explicita importantes apreciaciones y ofrece elementos que ayudan a entender mejor los núcleos, valores y reflejos de esta historia. Además, con la innegable cuantía romántica de las experiencias vividas de primera mano, el escritor relata sus visitas a Haworth, donde residía y creaba la escritora. Así nos brinda sentidos cuadros de algunos de los lugares donde se inspiró Emily para crear su novela y del hogar y entorno inmediato de la autora y sus hermanas.
Quedaría apenas hacer el apunte de que Cumbres borrascosas ha sido llevada múltiples veces a predios del cine y de las series. Las versiones para la pantalla grande han sido particularmente pródigas. Algunas, como la protagonizada por Laurence Olivier y Merle Oberon, dirigida por William Wyler en 1939, o la de Luis Buñuel, titulada Abismos de pasión y rodada en 1953 con actuaciones de Jorge Mistral e Irasema Dilián son muy recordadas y valoradas. Estupenda resulta también la versión de Peter Kosminsky, de 1992, con una todavía no superestrella pero ya monstruosa Juliette Binoch y el luego voldemórtico1 Ralph Fiennes en un logrado y odioso Heathcliff. Puede que todavía algunos recuerden la versión televisiva cubana. Seguramente, cada lector tendrá su película o serie favorita.
La única novela de Emily Brontë sigue resistiendo la prueba del tiempo, desde la altura de los clásicos imperecederos. El cine puede regalar voces y rostros a los personajes, pero nada supera aún al viaje de primera mano que proporcionan las palabras escritas. Es posible sentir en la piel las frías agujas del páramo y el odio, el calor de estufas y amores, o asomarnos intrusos a otras vidas, solo con abrir este libro. Las luces y aires de esas Cumbres borrascosas no se extinguen todavía.
Notas
1. Referido al personaje antagónico de la saga Harry Potter, Lord Voldemort.
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cómo pudiera obtener el libro Cumbres Borrascosas de la autora Emily Brontë
Gracias por está buena opcion. Quizas ya existia, pero de las cosas buenas de la Pandemia y su obligatorio distanciamiento social, conoci variantes de entretenimiento como estás.