Preciado poeta René Coyra:
Recibo con placer su poema-libro. El gran apagón1 que tanto me recuerda el cuadro monumental del pintor cubano Pedro Pablo Oliva, con igual nombre. Su poesía que ya es reconocida en otros libros que me ha dedicado, se destaca por una exploración alrededor de la belleza, fisgoneando espacios para la reinterpretación de la historia.
Frente al mar
Veíamos a los pájaros posarse
Lentamente
Sobre las ramas
En los robledales.
En esas definiciones nos acerca a un canto a los límites visto aquí de la realidad misma así nos delata su tránsito por estos parajes. El coloquialismo en su poética nos afianza el amanerado espacio donde la vida se juega.
En el parque
Juntábamos las monedas
Para el ron.
En esas inmediateces y la necesidad de afianzar lo que se cree verdadero, su poética nos regodea y nos sumerge en historias que se van suplantando porque amanece y los cuerpos quedan al descubierto. Todo con la ironía y la intensión de definirnos. Aquí cada tiempo es un juego de abalorios para demostrar que la libertad se oficia desde el mismo paisaje.
Oteaba el cuadro
Y quería que apareciese en la cubierta del libro
Sin ser en realidad un cuadro bello,
pero es bello
Preciado Rene Coyra, este es un texto monumental que aquí gana esplendor por la bellísima edición artesanal. Su gran apagón ahora pertenece al mundo, como la luz que brotan de estas mis palabras, intentan agradecer la entrega.
Suyo siempre,
Rainer María Rilke.
Nota
1 Ediciones Vigía, 2006.
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