¿Quién fue John Locke?
John Locke (1632-1704) fue un filósofo y médico inglés del siglo XVII conocido por ser uno de los representantes del empirismo y, al mismo tiempo, ser el padre del liberalismo clásico. Su trabajo influyó en las obras de pensadores tan disímiles como Voltaire (1694-1778), Jean Jacques Rousseau (1712-1778), David Hume (1711-1776) e Immanuel Kant (1724-1804).
Su pensamiento está ligado al origen del liberalismo y al principio de tolerancia, que aboga por la libertad de fe. Fue uno de los primeros empiristas en rechazar el innatismo y el determinismo, practicando una epistemología (teoría del conocimiento) basada en la experiencia.
Fue influenciado por René Descartes (1596-1650), Pierre Gassendi (1592-1655), Thomas Hobbes (1588-1679) y Shaftesbury (1671-1713). Entre sus obras más conocidas se encuentran: Carta sobre la tolerancia (1689), Tratados sobre el gobierno civil (1689) y Ensayo sobre el entendimiento humano (1690).
Vida de John Locke
John Locke nació el 29 de agosto de 1632 en Wrington, Somerset, en una familia de padres puritanos. Asistió a la Westminster School en Londres e ingresó a Christ Church, en la Universidad de Oxford, donde, aunque se destacó como estudiante, encontró mayor interés en las obras de filósofos modernos, como René Descartes, que en el currículo clásico tradicional. Su inclinación hacia la medicina y la filosofía experimental lo llevó a formar parte de la Royal Society.
En 1656 obtuvo su licenciatura y en 1658 su maestría. Durante su estancia en Oxford, también profundizó en el campo de la medicina, trabajando con científicos notables de la época como Robert Boyle y Robert Hooke.
En 1667, se convirtió en médico personal de lord Anthony Ashley Cooper, primer conde de Shaftesbury, un influyente político y filósofo. La relación con Shaftesbury ejerció una importante influencia en las ideas políticas de Locke y lo llevó a participar activamente en la política de la época.
En 1683, la situación política complicada lo llevó a huir a los Países Bajos, donde se relacionó con otros intelectuales y se dedicó a la escritura, retomando trabajos, como el Ensayo sobre el entendimiento humano, y componiendo la Carta sobre la tolerancia. Regresó a Inglaterra después de la Revolución Gloriosa de 1688.
Los últimos catorce años de su vida los pasó en la casa de campo de los Masham en Essex, donde, aunque su salud fluctuaba debido a los ataques de asma, se convirtió en un respetado intelectual entre los whigs. Durante este tiempo, tuvo discusiones con figuras destacadas como John Dryden (1631-1700) e Isaac Newton (1643-1727).
John Locke murió el 28 de octubre de 1704 y fue enterrado en el cementerio de High Laver, Essex. Sus ideas sobre los derechos naturales y el gobierno se consideraron revolucionarias para su época y tuvieron una influencia duradera en la filosofía política. Su legado intelectual perdura hasta nuestros días.
Pensamiento de John Locke
Locke se destaca por ser uno de los representantes del empirismo inglés y por ser el padre del liberalismo político.
El pensamiento empirista de Locke postula que el conocimiento proviene de la experiencia y la reflexión, rechaza las ideas innatas y defiende la importancia de las ideas simples y complejas para la formación del conocimiento. Además, su visión sobre las cualidades de los objetos, la sustancia y los grados de conocimiento, contribuyó a fundamentar su enfoque epistemológico.
Sus principales ideas son:
- Refutación del innatismo. Locke rechaza la idea del racionalismo y argumenta que no hay ideas innatas en la mente humana al nacer. En cambio, sostiene que la mente es un papel en blanco que se va llenando con conocimiento a través de la experiencia.
- Experiencia como fuente de conocimiento. Para Locke, todas las ideas provienen de la experiencia, ya sea de la percepción de los sentidos (experiencia externa) o de la reflexión de la mente sobre sí misma y sus contenidos (experiencia interna).
- Ideas simples y complejas. Para Locke, las impresiones son las ideas más simples que la mente recibe de manera pasiva a partir de la experiencia. Sin embargo, mediante la combinación de diferentes tipos de impresiones, la mente puede formar ideas complejas.
- Limitaciones del conocimiento. Locke sostiene que hay cuestiones sobre las cuales no se puede tener conocimiento, como la inmortalidad del alma o la superioridad de una religión sobre otra. Esto lleva a la defensa de la tolerancia religiosa en un contexto de conflictos entre distintas confesiones.
- Cualidades primarias y secundarias. Locke distingue entre las «cualidades primarias», que concuerdan con propiedades reales de los objetos, como la longitud o la forma, y las «cualidades secundarias», como el color o el sabor, que son subjetivas y dependen de la percepción humana.
- Sustancia. Locke introduce la idea de «sustancia» como un substrato que sirve de soporte a las cualidades de las cosas. Existen dos tipos de sustancia: la material o cuerpo (objetos externos) y la espiritual o alma (soporte de las operaciones internas).
- Grados de conocimiento. Locke distingue entre tres grados de conocimiento. El conocimiento intuitivo es el más alto, donde se percibe el acuerdo o desacuerdo de las ideas de forma inmediata. El conocimiento demostrativo implica establecer relaciones entre ideas mediante otras ideas auxiliares. El conocimiento sensible nos remite a existencias individuales y es más limitado, basado en creencias y opiniones.
El pensamiento político de Locke, por otro lado, aboga por la democracia, la limitación del poder del Estado, la protección de los derechos individuales y la importancia del consentimiento y acuerdo social en la formación del gobierno. Sus ideas sentaron las bases del liberalismo político y tuvieron un impacto significativo en la configuración de los Estados nacionales y en la política global.
Algunas de sus reflexiones políticas son:
- Contrato social y Estado. Locke recurre a la idea de contrato social para justificar la existencia del Estado. En el estado de naturaleza, los seres humanos son libres e iguales, pero la falta de una autoridad común puede llevar a conflictos. Para asegurar la vida, la libertad y la propiedad privada, los individuos acuerdan formar un Estado mediante un contrato de mutuo consentimiento.
- Derechos naturales. Locke sostiene que en el estado de naturaleza, los hombres poseen derechos naturales, establecidos por la razón, que incluyen el derecho a la vida, la libertad y la propiedad privada, esta última entendida como lo que se obtiene del medio natural mediante el trabajo.
- Propiedad privada y sociedad civil. Para Locke, la propiedad privada es protegida y asegurada por el Estado, una vez que los hombres se unen en una sociedad civil. En esta sociedad, se establece una ley escrita para definir y proteger los derechos naturales, se crea un sistema judicial para hacer cumplir la ley y se elige un gobierno que lleve a cabo los mandatos acordados.
- División de poderes. Locke aboga por la división de poderes para evitar abusos por parte del gobierno. Los poderes se dividen en legislativo (que establece leyes), ejecutivo (que las aplica) y federativo (que cuida de la seguridad y las relaciones exteriores).
- Liberalismo político. Los postulados de Locke sientan las bases del liberalismo político, que busca resguardar las libertades individuales y limitar el poder del Estado. Este enfoque contrasta con el absolutismo y favorece el predominio de la burguesía sobre la nobleza feudal.
- Deber de resistencia. Para Locke, los ciudadanos tienen el deber de resistirse al gobierno si este no cumple con sus mandatos. Esto puede darse por causas internas, como el poder legislativo sometido a un poder absoluto, o por causas externas, como una invasión extranjera.
Las ideas políticas de Locke contribuyeron a la consolidación de la monarquía parlamentaria en Inglaterra y se convirtieron en la base de los Estados nacionales modernos. Además, el liberalismo político se extendió a otros territorios del mundo, incluyendo América, Asia y África.
Obra de John Locke
La obra de Locke comprende publicaciones sobre política y sobre conocimiento y epistemología, muchas de ellas reeditadas en vida, con variaciones y correcciones en cada reedición.
Estas son:
- Ensayos sobre el gobierno civil (1660-1662)
- Ensayos sobre la ley de la naturaleza (1664)
- Ensayo sobre la tolerancia (1667)
- Compendio del Ensayo sobre el entendimiento humano (1688) publicado en la Bibliothèque universelle editada por Jean Leclerc.
- Carta sobre la tolerancia (1689)
- Tratados sobre el gobierno civil (1689). Reeditado en 1690, 1698 y 1713.
- Ensayo sobre el entendimiento humano (1690)
- Segunda Carta sobre la Tolerancia (1690)
- Algunas consideraciones sobre las consecuencias de la reducción del tipo de interés y la subida del valor del dinero (Redactado en 1668 y publicado en 1691).
- Tercera Carta sobre la Tolerancia (1692)
- Algunos pensamientos sobre la educación (1693)
- Racionabilidad del cristianismo (1695)
- Una vindicación de la racionabilidad del cristianismo (1695)
- Más consideraciones acerca de la subida del valor del dinero (1695)
Recepción de la obra de Locke
La recepción académica del pensamiento de Locke ha sido diversa y ha generado tanto críticas como elogios. Su enfoque empirista, que destacaba la experiencia sensorial como base del conocimiento humano, fue objeto de debate y dio lugar a varias escuelas de pensamiento en filosofía.
Uno de los filósofos más influyentes que incorporó las ideas de Locke en su sistema filosófico fue David Hume. Hume desarrolló una crítica radical al conocimiento humano basado en la experiencia, y su escepticismo epistemológico fue influenciado en gran medida por Locke. Aunque Hume llevó las ideas de Locke a extremos más radicales, reconoció la importancia de él como un precursor de su propia filosofía.
Otro filósofo notable que se inspiró en el pensamiento de Locke fue Immanuel Kant. Kant reconoció la importancia de la distinción de Locke entre las ideas innatas y las ideas adquiridas a través de la experiencia. Sin embargo, Kant también criticó algunos aspectos de la filosofía de Locke y desarrolló su propia teoría del conocimiento, conocida como idealismo trascendental.
En el ámbito de la filosofía política, las ideas de Locke también tuvieron una influencia duradera. Montesquieu (1689-1755), un filósofo francés de la Ilustración, se basó en gran medida en la teoría de Locke sobre la separación de poderes en su obra El espíritu de las leyes. Montesquieu adoptó la noción lockeana de equilibrio de poderes para desarrollar su teoría sobre la organización política y el sistema de gobierno.
Además de Hume, Kant y Montesquieu, muchos otros filósofos han leído y discutido el pensamiento de Locke en sus obras. Algunos ejemplos incluyen a Jean-Jacques Rousseau, quien se inspiró en las ideas de Locke sobre los derechos naturales y el contrato social; George Berkeley (1685-1753), quien desarrolló una crítica idealista a la teoría del conocimiento de Locke; y Thomas Jefferson (1743-1826), quien incorporó las ideas de Locke en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
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Tomado de Enciclopedia Humanidades.
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