El espacio Encuentro con… conducido por la periodista Magda Resik estuvo dedicado al escritor español Jonh Illescas.
Con más de 60 publicaciones en múltiples temas este joven escritor ha sido reconocido con múltiples premios. Se ha convertido en un símbolo de la izquierda por su marcado pensamiento marxista y uno de los principales temas que ha abordado es el vínculo entre el audiovisual y lo mediático del medio a través de un profundo análisis.
A propósito de la entrevista el autor comentó que viene de una familia de profesores. La perspectiva que le dieron sus padres sobre el control de los medios ha influenciado mucho su manera de concebir el mundo. Su pasión por la escritura surge en el último año de la Universidad, cuando por un trabajo que debía hacer para una asignatura sobre las películas de Disney llegó a ser publicado.
Para él llevar sus textos al público es todo un reto. Intenta lograr un lenguaje simple para captar más lectores. De ahí que sus textos filosóficos tengan imágenes que contrastan con la extensión de los mismos.
Según sus análisis los mensajes de Disney son bastante conservadores y no los ideales, aunque son los mejores en el panorama mundial. Hay muchas producciones audiovisuales, pero el videoclip cumple una función publicitaria. El poder del videoclip musical es abrumante.
Si analizamos todos los videoclips podemos percibir que la mayoría promueven el uso de drogas, la consigna de si no eres rico no eres nada, la violencia, el dinero antes de la mujer y también una perspectiva de género errada. La industria quiere que veamos al otro como enemigo, que seamos egoísta, y sus productos han ido perdiendo la calidad musical.
No está en contra del videoclip, aseguró, sino del modelo que impera. Reconoce que existe una minoría que promueve buenos valores. Es justo eso, los clips por su brevedad tienen una capacidad promocional impresionante. Propone como estrategia unir fuerzas en una industria cultural contrahegemónica de carácter supranacional y la alfabetización audiovisual con el fin de que el público sea capaz de discernir qué producto consumir.
Las aplicaciones y todas las redes sociales están diseñadas para crear vicio. No propone que se apaguen las pantallas, pero si establecer límites. Una posible solución ante este problema podría ser crear desde las escuelas una asignatura de comunicación y enseñanza audiovisual como ya se ha implementado en España con el fin de crear una alfabetización digital. O bien, mezclar productos tóxicos con otros que realmente sean útiles para crear capacidad de discernimiento cuando se propone expresar argumentos que justifiquen la elección.
Entre sus principales preocupaciones están las investigaciones culturales de carácter trasnacional, comentó. Illescas está seguro de la necesidad de hacer contenidos atractivos para el público, pero que a la vez aporte conocimiento. Ese es nuestro mayor reto hoy.
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