La valía de la larga tradición literaria cubana, pródiga en grandes autores y obras a nivel hispanoamericano, es tema que no requiere de mucha argumentación. Hay, sin embargo, un complemento necesario a la obra literaria en sí misma. Se trata de un añadido, tan vilipendiado como aplaudido, pero de cual no puede negarse su valor cuando cumple sus funciones. Hablamos de la crítica literaria. Valga aclarar que, en este caso que ahora reseñamos, ponemos las miras en la crítica literaria hecha desde el periodismo. Esto es, un texto corto, directo y que a pesar del lógico nivel de erudición y saber que pueda mostrar, está dirigido a grandes públicos, sin elitismos ni espirales.
Es de aplaudir la aparición en predios editoriales cubanos del libro Literatura cubana: Glosas, de la autoría de ese imprescindible escritor, ensayista, profesor y periodista que fuera Jorge Mañach. El texto, una compilación de Martha Lesmes, ve la luz bajo la égida de la casa editorial Letras Cubanas en su colección Biblioteca. Literatura cubana.
A estas alturas de la historia, más allá de su participación en la Protesta de los Trece o en ese magnífico proyecto que fuera La Universidad del Aire, para nadie es un secreto la controvertida y muchas veces criticable proyección política de Mañach, aunque siempre blindada por una honestidad y probidad ciudadana a toda prueba. Ahí están sus acres polémicas con Rubén Martínez Villena, o con Raúl Roa y Juan Marinello, con quienes, valga también decirlo, fuera de los huracanes que se prodigaban mutuamente cuartillas mediante, mantuvo una larga y sólida amistad. Sin embargo, sus posturas ideológicas no debieron nunca conducir a silenciar otras zonas de la vasta y muy seria obra de este intelectual; error que por fortuna, en ya plurales publicaciones, se ha ido rectificando en décadas recientes. Con sólo nombrar su Indagación del choteo (1928) y su inmensa biografía Martí, el Apóstol (1933), entre otros textos de calidad, estaría asegurado su sitio en el devenir del pensamiento y la cultura en nuestro país.
Ahora, este libro ofrece una selección de trabajos periodísticos de crítica literaria, hasta ahora inéditos en libro. Los textos fueron tomados, en lo fundamental, de sus colaboraciones en los periódicos El País y El Diario de La Marina, en mayoría durante los años veinte del siglo pasado. No huelga recomendar el sólido estudio de la compiladora, la doctora Martha Lesmes, que como obertura ubica y valora las características, contextos y destaques de estos escritos.
En una muy apretada selección, a modo de botón de muestra, mostremos qué temas recorre Mañach en el libro. Desde sus reflexiones, no exentas de un humor finísimo, inteligente, hacia el propio quehacer, venturas y desventuras del crítico; pasa por el destaque a grandes nombres de la literatura cubana (Carlos Loveira, Enrique Labrador Ruíz, Carlos Montenegro, por sólo nombrar algunos); y llega a agudos análisis sobre la poesía, la novela y otras manifestaciones con cercanías literarias (como el recital en el Auditorium de la declamadora Carmina Benguría, con versos y prosas de Dulce María Loynaz).
No huelga decir que, como importante valor agregado, además de la vasta cultura y las reflexiones de Jorge Mañach, el libro ofrece otro disfrute. Hablamos de un escritor, aquí en funciones periodísticas, que hace gala de su buen uso de la palabra. Mañach es, no sólo un estilista de la lengua castiza, sino un verdadero orfebre del idioma escrito. Si bien el contenido vale su peso en oro de ideas, la forma en que se entregan estos textos es igualmente una valiosa joya de regalo.
No por gusto don Alejo Carpentier, uno de nuestros escritores mayores, afirmó en elogio sobre estos trabajos que “se requiere, algo del espíritu de los artistas medievales para llegar a constituir tan brillantemente un tomo como Glosario. Una recopilación de artículos. ¡Pero qué artículos!…El autor de este libro viene a ser un monstruo, un personaje raro e ilógico, que no halla lugar en el periodismo a juzgar por las nociones que del periodismo nos han dado”.
Falta tan solo visitar, aprender y deleitarse en estas páginas de Jorge Mañach que ahora ofrece Letras Cubanas. De paso, no sobra releer, o descubrir, algunas de las obras y autores nacionales que el crítico recomienda. Un verdadero cofre de tesoros se abre desde estas glosas.
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