
Con 208 años en los altos del fuerte de Montevideo, en la actual plaza Zabala del Uruguay, se encuentra reunido prácticamente todo el material bibliográfico existente en la capital en la Biblioteca Nacional de la nación, fundada el 26 de mayo de 1816. Dichos fondos documentales comprendían 5 mil volúmenes (entre las donaciones de Larrañaga, José Manuel Pérez Castellano, y otras provenientes del convento de San Francisco). Sin embargo, durante la invasión luso-brasileña (1817-1828) la colección quedó reducida a unos dos mil volúmenes.
El actual edificio donde funciona hoy la biblioteca fue proyectado por el arquitecto Luis Crespi, con un estilo neoclásico y un área de 4.000 m² aproximadamente; fue inaugurado oficialmente en 1965. Integran su acervo: primeras ediciones nacionales, ejemplares únicos, incunables, manuscritos, mapas, fotografías, partituras, acuarelas y grabados. Entre los que se destacan la Oración Inaugural de Larrañaga, 1816; Colección de documentos históricos correspondientes a estos años. Montevideo, Imprenta de Torres, 1822; El Parnaso Oriental o Guirnalda de la República uruguaya. Compilado por Luciano Lira, Montevideo, Imprenta de la Caridad, 1835-37. Así como el archivo documental de José Enrique Rodó, los manuscritos de Juan Carlos Onetti y las colecciones de Horacio Quiroga, Demora Agustina, Juan Zorrilla y otros.
La Biblioteca Nacional de Uruguay acoge diez salas dedicadas a temáticas o funciones específicas: Sala de lectura central «General José Gervasio Artigas», Sala de lectura de diarios, Sala Infantil y Juvenil, así como dos salas especiales; la Sala Uruguay que atesora todos los libros y folletos impresos en el país, sean o no de autores uruguayos, así como las obras de autores nacionales publicadas en el extranjero y los trabajos que sobre el Uruguay se publican fuera del país y la Sala de Materiales Especiales que custodia las obras más valiosas que posee la institución: ejemplares raros y únicos (incunables, volúmenes de gran antigüedad, libros iluminados, etc.).
Cada 26 de mayo, en honor a la fundación de la Biblioteca, se celebra en Uruguay el Día Nacional del Libro, donde se programan un conjunto de actividades, entre ellas, lecturas de obras, donaciones de libros, las famosas Suelta de Libros en el que las personas dejan libros en lugares públicos para que otra se lo lleve y lo lea, mientras ella puede tomar, igualmente, algún libro en paradas de ómnibus, parques, paseos, cerca de instituciones culturales y llevarlo a casa. La conmemoración invita a reflexionar sobre el poder transformador de la lectura y el valor de la palabra escrita.
Uruguay ha dado al mundo voces literarias inolvidables: Juana de Ibarbourou y Delmira Agustini nos enseñaron a leer el mundo desde la emoción. Mario Benedetti puso palabras al amor, al exilio y a la esperanza. Eduardo Galeano narró la historia desde las voces silenciadas, con una poética que atraviesa fronteras. Idea Vilariño, con su intensidad única, dejó una huella imborrable en la poesía hispanoamericana. El Día Nacional del Libro en Uruguay es un momento importante para recordarlo y promover la literatura hecha por las nuevas generaciones.
Visitas: 18
Deja un comentario