La edad de la insolencia, del poeta, narrador y periodista, Reinaldo Cedeño Pineda, vicepresidente de la filial provincial de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC) en Santiago de Cuba, es el título del libro de cuentos, publicado por la oriental Ediciones Caserón.
Ante todo, habría que destacar los valores poético-literarios, éticos, ideo-estéticos, humanos y espirituales en que se estructura ese texto. Los dieciséis relatos cortos que lo configuran devienen cosecha de la fértil imaginación del también miembro ilustre de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), y de la «psicosis» narrativa que padece el creador: un ser humano orgánico a cuenta y riesgo, sin patente [de corso], en esta época en que [prevalecen] las mascaradas […]».
No sé por qué curiosa asociación de ideas, acude a mi archivo mnémico una sagaz alusión del venerable padre Félix Varela a las «máscaras políticas y religiosas» que solían cubrir los verdaderos rostros de algunos personajillos de la época socio-histórica que le tocara vivir a uno de los principales artífices de la psicología insular. En el caso específico de La edad de la insolencia, intuyo que se refiere a «máscaras (seudo) literarias».
Ese texto incluye una casuística, historias de vida, y en sus páginas se escucha la sinfonía del hombre común y corriente en su nuevo mundo real o imaginario.
La afilada pluma de Cedeño Pineda dibuja —con singular destreza— los claroscuros psicosociales al delinear los personajes, a los cuales otorga virtudes, defectos, inconsistencias, debilidades y necesidades, para conferirles mayor credibilidad.
Las anécdotas relatadas no son —en modo alguno— grotescas, crudas o morbosas, pero sí lo son los personajes, porque son sinceros, sin dobleces, se proyectan como son ellos en su ambiente natural: aman, sueñan, fantasean.
El personaje Madame posee completa lucidez mental. No obstante, muchas personas, por mala intención o ignorancia supina, suelen confundirla con locura (¿cuerda?).
He aquí, la tesis «clave» sostenida por Cedeño Pineda, y sustentada en las 86 páginas que integran ese libro, con un argumento corpóreo, calificado por José Martí con uno de sus aforismos antológicos: «la cordura es la enemiga del éxito», percibida —sin ningún género de duda— desde otra óptica.
Por otra parte, habría que preguntarse hasta dónde cala en la carne del homo sapiens, la despoja de la piel y muestra el alma humana, con apoyo en una clásica frase shakesperiana: «la verdad es el alma de la agudeza».
La edad de la insolencia deviene una suerte de epigrama narrado. La contravención, la marca de la diferencia, el embeleso, en ocasiones cruel y brutal de la niñez, el absurdo, que no lo es tanto, reflejan —desde la óptica objetivo-subjetiva con que los analiza su creador— algunos de los temas recogidos en un título que trasciende la cotidianidad y alcanza la dimensión de lo universal para pertenecer a todos los tiempos y todas las épocas.
Reinaldo Cedeño Pineda ha dado a la estampa varios textos poético-literarios, entre los cuales se distinguen los volúmenes A capa y espada. La aventura de la pantalla y La noche más larga. Memorias del Huracán Sandy, Ser periodista ser Quijote, Las pequeñas palabras y Apunten… (los tres últimos reseñados en el Portal CubaLiteraria).
Ha sido laureado con el Premio Cubadisco 2014, de notas discográficas, el Premio Periódico Patria, el galardón de poesía «Regino Pedroso», el Premio Nacional de Periodismo Cultural «José A. Fernández de Castro» (en dos ocasiones), entre otros importantes reconocimientos.
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